Con sabor peruano, buen sabor.

Sabor peruano, buen sabor. Sí, cocinan sabroso las vecinas del norte de mi país, que en los últimos años han llegado por cientos a Chile buscando mejores horizontes -que espero que los encuentren, de verdad-  y a mostrarnos su sazón al incorporar nuevos estilos en el mundo en que me muevo.

No le temen a los aliños y han hecho una buena sociedad entre los clásicos heredados de la Madre Patria común y su Mediterráneo con los exóticos sabores aportados por el oriente por los chinos que llegaban desde el siglo XIX hasta sus costas, porque no temen unir el "sillao", salsa de soya en cantonés, con las americanísimas papas nativas de este lado del mundo en un delicioso y sacador de apuros lomo saltado (no salteado sino "saltado") y acá dejo una receta entre las múltiples versiones que hay.

Con mi marido vamos a una feria que nos queda lejos, en medio de un barrio bastante central en Santiago y que los inmigrantes peruanos han escogido para sí, y por supuesto que ya están instalados con sus puestos de productos comestibles, añorados de su patria, y sus pequeños negocios de comidas en la calle. El sábado ofrecían unas papas rellenas con salsa tipo huancaína (me pareció) que se veían escandalosamente ricas. No las probé por andar con mi marido, que si voy sola no respondo de mi.

En sus puestos soy asidua de algunas cositas envasadas como es el famoso "palillo" amarillo con que mi retoño prepara el típico ají de gallina; compro una sal especiada tipo mediterráneo que se llama Tuco; cebollas moradas; ají amarillo en pasta y otras cosas más que de puro recordarlas me dan ganas de cocinar. Lástima que el arte que tienen ellas para sus comidas no se venda en ningún lado.

Entrada dedicada a Cyrano, Emevé y Gabriela, amigos peruanos de este blog.