Algo había hablado de fútbol acá* |
Tener hijas es impagable por cosas como las que ha relatado la sin par Dolega con tanta gracia. Actividades tan simples como salir de compras, bajar alguna serie y verla juntas, darnos datos sobre trabajos de la casa, ¡y tantos temas femeninos que nos hermanan! -pese a ser madre e hijas- es algo impagable.
Sí, las hijas son un tesoro pero ya se me han ido a formar sus familias y las tengo menos conmigo. En casa nos queda el menor, el último en casa, que es fanático del fútbol y sabe de ese deporte como el dueño de Marca o más. Como hay que hacerse todo con todos, me he ido enganchando con las ligas, campeonatos, copas, compras de jugadores, entrenadores y hasta de árbitros, jeje, sin contar los modelos de camisetas que cada año horadan mis bolsillos porque cambian. Era que no, si es un pingüe negocio.
Se supone que el que gustaba del rey de los deportes es mi marido, pero en la práctica siempre he sido la que ha acompañado a los hijos varones para ver cosas como el mundial sub-17, jugado hace mucho tiempo en Japón. Para verlo con mi hijo Pablo (hoy sacerdote católico) debíamos levantarnos a las 4 o alas 6 de la mañana, por la diferencia de horario con Chile. En todo caso, son recuerdos atesorados por mi y es sintomático que cada vez que hay algo especial sobre el tema me inviten a verlo con ellos, "porque contigo es más entretenido", dicen, y yo feliz de creerles.
10 comentarios:
Como cuando termino viendo películas y series que no me gustan para nada, solamente por compartir un delicioso momento con mi sobrino querido.
Cosas de Tío. Me pasa lo mismo cuando voy de vacaciones a la casa de mi hermano, comparto con mis queridos sobrinos casi todas sus actividades.
Los chicos esperan mi llegada, disfrutamos sobre todo los juegos y partidos que se organizan. Los voy a ver a jugar al fútbol y al rugby.
Lindo tu post, AleMamá. Saludos Santiagueños.
Yo también he visto muchos partidos con mis hermanos, aunque el futbol no me dice nada. Con mis hijas tengo más temas de conversación. Un beso.
Ellos lo dicen de corazón, Alemamá. Cuando yo era joven y vivía con mis padres y leía un libro lo que más feliz me podía hacer era que mi madre (que entonces no leía mucho) me preguntara por mis lecturas y me pidiera que le contara el argumento. Será una bobada, pero para mí era importante.
Con el paso de los años ella se ha convertido en una gran lectora, y soy yo el que ahora le pregunta por el libro del momento.
Lo bueno de la afición de tus hijos es que ahora puedes dejar buenos comentarios en los blogs amigos.
...
Reza por España, Alemamá.
Creelos a pie juntillas preciosa porque es cierto. Los hiijos varones, aunque parezca mentira tienen mucha empatía con las madres.
Un honor que me menciones en tu blog.
Besazo
Las hijas (y los hijos) son maravillosos para madres y padres.
Yo tengo uno de cada, muy diferentes en todo, pero encantadores.
Son la sal de la vida, la energía que necesitamos para continuar cada día.
no tengo una niña (aún conservo la esperanza de tenerla un día) y en cambio tengo a un pequeñito que es mi sol... este nene me hace hacer cosas raras, pero lo hago feliz... no sé si espero un "pago" o que me reconozca, yo con verlo feliz soy feliz...
besote ale...
La presencia de mujeres en espectáculos deportivos, o viéndolos por la tele, no siempre está basada en ser"una figura decorativa".
Día a día hay más mujeres en los medios de comunicación hablando del tema y la mayoría lo hace mucho mejor que unos cuantos comunicadores varones.
Querido Esteban, gracias por tu opinión. Espero que sea verdad, porque las mujeres, definitivamente, vemos las cosas con otro prisma y puede ser muy positivo que así sea.
En todo caso, mis aportes a los partidos, cuando me invitan y acepto, es decir cosas como "¡Pobrecita su mamá! ¡cómo le dolería a ella esa patada!" o bien, se ríen porque me fijo en las tenidas y lo buenos mozos -o no- de los árbitros, jeje, cosas así, y lo hago de intento, para que se rían.
Saludos, amigo, es un honor tenerte por acá.
Compartir con los hijos, yo tengo cuatro varones, el mejor regalo que nos da la vida...
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