Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



miércoles, 7 de noviembre de 2012

Palabras y preguntas


Se ha anotado una nueva persona como "seguidora" de este sitio. Ya saben lo que pienso sobre eso, esa ambivalencia entre el gusto de que lo hagan y la duda de cual será realmente el valor que se le da a lo que comunico acá. El blog de Mónica, que es esa bloguera que ha llegado hasta estas playas, es Cuentera Personal y me ha gustado mucho por su temática y porque brevemente dice mucho y eso yo lo aprecio. Me ha gustado también porque se atreve a hacer algo que yo tengo reprimido y es que me da vergüenza usar el lenguaje poético; me debato entre una urgencia por hacerlo y un pudor que me lo impide.
Justo pensando en ésto y viendo qué postear, me he encontrado un comentario que dejé hace un tiempo donde Yeste Lima. Ella toca un tema interesante que algo tiene que ver con la primera parte de mi entrada de hoy y tomé nota entonces para postearlo. Entre lo que nos pregunta está ésto:
"¿De verdad las palabras se pueden unir de forma que al leerlas, se puedan asombrar de lo que te acaban de decir?" 
Le he respondido:
"Las palabras son limitadas. Lo que expresan es ilimitado tanto para el que escribe como para el que lee. El arte de escribir creo que va por trasmitir bien el mensaje, que se entienda lo que quiero decir y no que me adjudiquen lo que no he querido expresar, y por eso considero que me falta mucho. Ésto cuando quiero contar un hecho o dar una opinión. 

Si en cambio quiero hacer una poesía, ahí sí quiero provocar sentimientos a partir de lo escrito, y serán sorprendentemente diferentes según el lector, y ahí hay un éxito también, porque la poesía es para removernos. De no ser así es un fracaso.

Escribir los mismos tópicos será por compartir la humanidad, pero cada uno lo hará del modo personalísimo que sale del alma: "nada nuevo bajo el sol" dice el Qohelet (Libro del Eclesiástico de la Biblia). Y, hablando de la Biblia -leo cada día un trocito- te puedo decir que es el ejemplo máximo de que nunca lo leído será igual para un lector abierto a su riqueza inagotable."
Como siempre, dejo una pregunta: y tú, ¿qué piensas?

12 comentarios:

Winnie dijo...

LA MAGIA de las personas está en cómo podemos sorprender con nuestras PALABRAS Un beso enorme ALe

Luisa dijo...

Para mi el deseo de expresarme bien-haciendome entender-y pudiendo sacar de dentro de mi lo que realmente pienso y siento, es un reto que mucho me temo, en esta vida no alcanzo.

Por un lado el lenguaje-al menos el español-me parece riquísimo en palabras,es un idioma complejo, lleno de matices, y sin embargo yo no encuentro palabras. También puede ser por mi ignorancia, por mi falta de cultura...a mayor conocimiento del lenguaje mayor capacidad de expresión.

Yo he puesto hoy un botón de Seguir mi blog, que hasta hoy no lo había puesto. A ver si llega alguien...

Un beso

Susana dijo...

Nunca se acaba de aprender a expresarse. Por eso es tan interesante. La Biblia me parece una fuente inagotable de sabiduría. Un beso.

medranica55 dijo...

Una misma palabra puede decir muchas cosas, segun como la leas. Besos.

Cuentera personal dijo...

Gracias Ale por tus entregas diarias y tus comentarios. Es un gusto seguir tu blog

Un abrazo

Cyrano dijo...

Hola Ale Para mi tu eres escritora y de las buenas ,ya te lo dije anteriormente,por lo que no debieras reprimir el bello lenguaje poetico que tienes dentro, perdona pero me parece algo egoista no querer dar a conocer las cosas lindas que te salen del alma

Fernando dijo...

Yo pienso que usar las palabras de siempre para decir las ideas de siempre es lo que nos permite comunicarnos, aquí y en la vida real. Y que cuando teníamos que estudiar filosofía y aparecían palabras nuevas ("mónada") en ideas nueva ("la síntesis surge del conflicto entre la tesis y la antítesis") la comunicación se hacía imposible y venía el aburrimiento.

Unknown dijo...

Es un honor que me menciones en tu blog, gracias por ello.

Dices que reprimes tu deseo de escribir poemas... no lo hagas, pienso que escribir con sentimiento y verdad, es digno de elogio y eso lo haces siempre. En un poema se da mucho más de tí porque entregas todo lo que sientes, piensas y amas y tienes que tener en cuenta que ni los mismísimos Bécquer, Alberti, Mª Eugenia Reyes o Machado entre tantos otros genios, dieron por buenos sus primeros poemas, se va aprendiendo paso a paso, errando y rectificando, hasta que a tí misma te guste, independientemente de que sea buenísimo o simplemente bueno.

Yo estoy segura de que si lo intentas, lo vas a hacer muy bien y a mí, personalmente, me gustaría ver uno publicado en un post.

Gracias de nuevo por citarme en tu casa.

Un fuerte abrazo.

Gabriela dijo...

Las palabras tienen mucha fuerza, y cómo se entiendan depende mucho más de la manera en que lo toma quien la recibe que quien la expresa.
Coincido con algunos comentaristas en que no deberías reprimirte.

AleMamá dijo...

Ilustré el post con una foto mensaje muy buena que habla de lo inefable, de lo que no se puede decir con palabras y creo que tanto para el amor como para la ira y otras pasiones más, nos suelen faltar palabras y ahí entra el lenguaje no verbal que es capaz de tramitir lo que las palabras no pueden.

ojo humano dijo...

Somos palabras vivientes...
Casi ninguno hemos visto la cara del otro y sin embargo compartimos este mundo de palabras que elevan el ánimo o nos hacen reír...genial que tengas otra lectora y podamos visitarla también a ella.

dolega dijo...

Creo que las ideas que expresamos son como los personajes de una novela. En el momento que salen de nosotros, adquieren vida propia. Cada lector, recibirá la idea, el mensaje de forma diferente.
Esa es la magia de escribir, que lo que se escribe se transforma en tantos mensajes, como lectores tenga lo escrito.
Besazo

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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