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domingo, 25 de diciembre de 2005

¿De qué nos reímos cuando nos reímos?

Como ven no estoy para pensar algo propio....quizás por eso me he dedicado a leer sobre el funcionamiento de nuestro cerebro; ¡es tan interesante! aunque después ponga otro post en que algún estudio contradice éste.

Estas cosas son como el café: hay estudios en que hay que beber cuatro tazas mínimo, y otro en que afirman que si las introduces en tu organismo te mueres veinte años antes....¡yo lo disfruto igual hasta las seis de la tarde! pues después me desvelo, y eso, sin mayor estudio que mirar por muchas horas el techo de mi habitación :)


Un equipo de científicos de la Universidad de Stanford, en los EE.UU, escaneó el cerebro de 17 personas (ocho mujeres y nueve hombres) para investigar de qué nos reímos y por qué a unos le hacen tanta gracia unas cosas y a otros, otras. El resultado fue más que interesante: el cerebro del hombre y de la mujer no responde de la misma manera frente al humor; además de influir significativamente la personalidad. Estudios anteriores abrieron la puerta anticipando estas conclusiones, explicó Allan Reiss, uno de los autores del informe. El objetivo en esta oportunidad era demostrar en el laboratorio si realmente existían estas diferencias.

Ya se sabía que la corteza prefrontal -encargada de procesar todas las secuencias de acontecimientos y además establece relaciones entre distintas actividades y sus consecuencias–, juega un rol en la apreciación del humor. Pero ahora, cuando los especialistas analizaron la actividad cerebral de mujeres y hombres expuestos a situaciones humorísticas, concluyeron que en cuanto al lenguaje, la memoria y los sentimientos de retribución, hay diferencias de género . Estas áreas son más activas en la mujer que en el hombre. “Parece que las mujeres no esperaban una retribución que en este caso sería el remate de un chiste”, destaca Reiss. Estos resultados acaban de publicarse en Proceedings of the national Academy of Sciencies.

Para arribar a estas conclusiones, describe el informe, se usaron escáneres que monitorearon el cerebro de los voluntarios mientras miraban 70 dibujos animados en blanco y negro . El equipo descubrió que cuando las mujeres encontraban una historieta divertida, su centro de la recompensa era más activo que para los hombres, sugiriendo que ellas no esperaron con la misma confianza que su compañeros masculinos que las imágenes fueran graciosas, y cuando lo eran, el centro del placer en su cerebro se encendía con mayor intensidad ver imágenes. Quizás las mujeres, según el estudio, pondrían más atención al lenguaje del humor, empleando una actitud más analítica.

Ya está claro de qué se ríen las mujeres, ¿y los hombres? Según el estudio, cuando ellos encontraban que los mismos dibujos no eran graciosos, demostraron la desactivación en su centro de la recompensa, sugiriendo decepción. Hasta ahora las diferencias, pero también hubo una coincidencia entre los dos géneros: “No había una diferencia manifiesta en el número de estímulos que consideraron divertidos. En efecto, casi todos los participantes, independientemente de su signo sexual, coincidieron en señalar como graciosos los 30 dibujos animados con contenido humorístico. Los investigadores también pudieron constatar que en los dos sexos se activan las mismas áreas cerebrales encargadas de procesar los estímulos humorísticos.

Respecto a la personalidad, que también fue analizada en relación al humor; quedó demostrado “pero no en forma concluyente, que la extroversión estaría vinculada positivamente con la risa, el humor y la expresión afectiva”; por lo que los autores sugieren futuros estudios al respecto donde se puede analizar, por ejemplo, grabaciones en tiempo real de la expresión del rostro del voluntario frente al material chistoso.

Definitivamente, el cerebro del hombre y la mujer no muestra el mismo sentido del humor. “El grado de activación de la corteza prefrontal izquierda, implicada en el lenguaje y la atención, es mayor en las mujeres que en los hombres”, concluye el estudio. Esto podría significar que las mujeres prestan más atención a los contenidos semánticos de los “gags” humorísticos y tienen mayor facilidad para captar, manipular y comparar los diversos elementos del chiste con datos almacenados en la memoria. Esta podría ser una de las explicaciones de porqué las mujeres se sienten más a gusto con el llamado "humor inteligente".

Estos descubrimientos son doblemente positivos. Por un lado, la ciencia empiece a estudiar más en serio al humor, brinda nuevas herramientas para saber exactamente cómo funciona. Por otro lado, servirá de ayuda a los médicos para trabajar y prevenir enfermedades como la depresión, entre cuyos síntomas más comunes en los pacientes están la pérdida de la habilidad para apreciar y encontrar divertidas las bromas y situaciones de humor; como también la sensación de desesperanza, desamparo, tristeza e irritabilidad. Hay especialistas que ya trabajan en ello. Por ejemplo en su libro Humor y Salud, Raymond Moody no sólo asegura que el humor posee un importante poder curativo, sino que hace propuestas concretas para la incorporación de actividades que incluyen este tipo de terapia en instituciones de salud.

8 comentarios:

almena dijo...

qué interesante!
yo necesito poco para reirme....
ay!

un beso!

Tábano Socrático dijo...

La risa está localizada en la zona prefrontal de la corteza cerebral, la parte más evolucionada (cómo estarán las otras?)del cerebro. En esta parte, según los ex-pertos, reside la creatividad. Sin embargo, a medida que pasan los años y nos volvemos más “serios”, perdemos la espontaneidad, la capacidad de encontrar la parte cómica a las situaciones, y dejarnos llevar por la risa...nos ponemos tontos graves.
Cuando reímos, el cerebro emite una información necesaria para activar la segregación de endorfinas, específicamente las encefalinas. Estas sustancias, que poseen unas propiedades similares a las de la morfina, tienen la capacidad de aliviar el dolor. Las endorfinas también desempeñan otras funciones, como el equilibrio entre el tono vital y la depresión. De ellas depende algo tan simple como estar bien o sentirse mal.

Digo yo en mi blog

Jorge Santana dijo...

y al final, me rio de mi mismo jajaja

saludos mujer

Lilian dijo...

feliz año nuevo!!!

la verdad que no quiero saber mucho como funciona mi cerebrito, al menos sé que "juncia" especialmente cuando estoy en apuros :P y puedo resolver el problema.

hna. josefina dijo...

Ale:En mi familia, el día de la maternidad de la Virgen celebrábamos el día de la madre... así que: ¡Muy feliz día!

Jorge Santana dijo...

mujer almana,

le voy a explicar, mi pagina es comoy esto creo que nadie lo sabe, un grito de mi ser en el justo momento de la inspiracion, todos los poemas el 98por ciento los he puesto en el momento en que los finalizo, tengo un pequeno ritual, primero los escribo con pluma y papel, despues los paso a la pc, y despues los publico, asi que todo poema que ve, esta recien salido del horno jaja, por eso algunos tienen errores de ortorafia o demas parecidas.

le mando un saludo mujer alemana que la pase bien

Anónimo dijo...

Ale, hoy además de venir a leerte, he venido a darte las gracias por tus recomendaciones de mi blog , menuda publicidad. Gracias amiga.

Un abrazo y muchos buenos deseos para ti y para Irma.
Muchos besos a las dos.

Yo me río facilmente, me gusta reir y para mi ha sido la mejor terapía, estoy segura que pasar mi enfermedad, encima con cara de palo, hubiese sido intolerable.

Anónimo dijo...

Ale, espero que todo vaya a mejor y no, no pierdas la fe, ni la esperanza, es algo que nos ayuda a vivir.
Un abrazo y ánimo para ti e Irma

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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