Llovía a cántaros y las calles, que con cuatro chispas que caigan se anegan, estaban convertidas en ríos por donde más navegaba que rodaba una micro de locomoción colectiva. El día deplorable abatía hasta el corazón más alegre y optimista, por eso se agradecía el reparo que ante el chaparrón daba el vehículo amarillo -detestado generalmente por humeante y ruidoso- y nadie lo hubiera abandonado en esas circunstancias, y menos una persona de edad como mi madre que fue la testigo de la lágrimas de un hombre muy joven, que lloraba visiblemente afectado mientras pedaleaba por esas calles imposibles, repartiendo balones de gas licuado pesadísimos en su triciclo movido por sus delgadas piernas.
¿Qué le habría pasado? ¿Le robarían el fruto de tanto trabajo y esfuerzo? ¿Lo habrían humillado? ¿No habría conseguido lo que necesitaba para su sustento?
¡Cuántos interrogantes sin respuesta, salvo la congoja, el llanto siempre impresionante de un hombre, y el duro trabajo, bajo la lluvia y el frío, de un pobre de nuestro pueblo!
8 comentarios:
¡Cuántos interrogantes y todo lo que surge de tus palabras y de la imagen!
Un gran saludo
Este es un hecho real y debe haber miles cada día por todo el mundo. Cosas cotidianas pero que en su momento dejaron corazones encogidos por no poder hacer nada como hubiese ocurrido de no mediar el aguacero.
:(
hay personas que lloran cuando llueve... hay otras que les gusta que llueva... si el cielo y sus nubes lloran ¿por qué no llorar nosotros también?
se me apretó el corazón con este post.
te leo.
Y los ojos sensibles de Irma viendo y presintiendo...
Es duro ver llorar a un hombre, éste pensaría que la lluvia disimularía su dolor. Cuánta lluvia no ha de caer para borrar las lágrimas...
Besos muchos
Hay congojas que ni el diluvio puede disimular: sólo se puede ignorar por no tener ojos para ver o corazón para sentir.
cada día soy más vulnerable ante una lágrima, ante el dolor humano, sea éste de la naturaleza que sea...
un beso, alemama
Me alegra ver que todo sigue donde estaba a pesar de mi ausencia. He hecho un semi-regreso.... es lo que tiene un fin de carrera, etc etc.
Gracias por tus visitas!
El llanto de un hombre, las lagrimas corren por sus mejillas, fustracion e impotencia,
hay llanto que las palabras no pueden sanar, pero la lluvia cubre con su manto frio y humedo escondiendo el sentimiento de este hombre y dandole la posibilidad de mostrarce a si mismo, a demostrar como debil y fuerte a la vez lucha sin dejar de pedalear, me pregunto que hace que no pare?
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