Todo el barrio se está cambiando. Mi hijo dice que "el barrio está pasado a camión de mudanzas, mamá" . Por alguna razón las familias de mis vecinos han crecido al mismo tiempo, y han decidido mudarse casi juntos, por lo que por el momento han cambiado los habitantes del lado derecho de mi casa, si lo miras desde la puerta de entrada, y al izquierdo, si lo miras desde dentro. ¿cómo lo prefieres mirar tú? jeje Desde donde sea, es raro ver cambiar las personas que han sido los habitantes más próximos y con los ya nos conocíamos las mutuas peculiaridades y los extrañaré.
Claro, no es poca cosa haberme despertado por casi nueve años con los más de veinte pájaros canoros y madrugadores de Trini, mi vecina del lado derecho (ya sabes, mirando desde dentro, y a la izquierda si vienes entrando a mi mansión). No es que tenga nada contra los cantos y los madrugadores, pero son las dos cosas juntas el problema. También fué un logro a largo plazo el haber conseguido que sus perritas histéricas y agudamente gritonas no me ladraran cada vez que entraba el auto y que no me mataran otro gato aparte del Bohlita (*snif*). Cuando ya le había contestado todas las interrogantes sobre el uso y costumbres de mi hogar se le ocurre irse, y ya habíamos soportado casi seis meses de reformas en su casa, sin chistar, y todo para vender cuando se terminó el ruido, los albañiles y el polvo! ¡ay , no!
Trini era una sola entidad con Anita, su empleada de mil años, y las dos eran tan iguales ya, que con conocer a una las conocías a las dos. ¿Qué irá a ser de Ana ahora?
Ahí aún no llegan los inquilinos nuevos, por lo que cuando pasa un camión con un traslado, yo estiro el cuello para mirar por sobre el jardín, pero que no se vea que "sapeo" detrás de la cortina, cosa tan fea, ¡si la Trini se enterara, qué vergüenza!
Al lado izquierdo, mirando desde dentro, ha llegado un periodista de la farándula y la política, que viene a ser lo mismo, muy famosillo a nivel nacional, lo que detrás de la cordillera de Los Andes es casi nada, pero vamos, igual si lo nombras te da un halo de personaje público más interesante que ser doña Ale a secas.
Ellos en su casa son muy tranquilos, si hasta su niñita pequeña ni se siente, claro que habrá que esperar al verano para saber realmente, con tantas amistades, con la piscina al lado de mi jardín, y la barbacoa en su terraza esperando una carnes y un sol que de ánimos para hacerlas a las brasas.
Como si la izquierda y derecha no fueran suficientes, al frente también se han comenzado a cambiar hoy. Se trata de un médico y su señora, una matrona, más dos niños que jugaban al fútbol en el jardín. Extrañaré sus entrenamientos en el balonpié y los turnos del colegio, ¡y al abuelo! un ex coronel gruñón que los venía a ver y que sentía la necesidad de educarlos con mano militar, pero los chicos, que lo quieren mucho, se lo echaban rápidamente al bolsillo. Y su perrita, la Castaña.... cosa más tierna.... ¿cómo no van a dejar un vacío?
En serio, los vecinos son muy importantes. Uno se llega a habituar tanto que, si son personas normales, se los estima y cuando se van se siente una especie de orfandad, hasta que lleguen los próximos y comencemos de nuevo el ciclo de conocernos, soportarnos lo que no nos guste, cuidarnos unos a otros los bienes y las espaldas, y tratar de hacernos lo más buenos amigos posible. No es casualidad que te pongan al lado el que te ponen, digo yo.
Claro, no es poca cosa haberme despertado por casi nueve años con los más de veinte pájaros canoros y madrugadores de Trini, mi vecina del lado derecho (ya sabes, mirando desde dentro, y a la izquierda si vienes entrando a mi mansión). No es que tenga nada contra los cantos y los madrugadores, pero son las dos cosas juntas el problema. También fué un logro a largo plazo el haber conseguido que sus perritas histéricas y agudamente gritonas no me ladraran cada vez que entraba el auto y que no me mataran otro gato aparte del Bohlita (*snif*). Cuando ya le había contestado todas las interrogantes sobre el uso y costumbres de mi hogar se le ocurre irse, y ya habíamos soportado casi seis meses de reformas en su casa, sin chistar, y todo para vender cuando se terminó el ruido, los albañiles y el polvo! ¡ay , no!
Trini era una sola entidad con Anita, su empleada de mil años, y las dos eran tan iguales ya, que con conocer a una las conocías a las dos. ¿Qué irá a ser de Ana ahora?
Ahí aún no llegan los inquilinos nuevos, por lo que cuando pasa un camión con un traslado, yo estiro el cuello para mirar por sobre el jardín, pero que no se vea que "sapeo" detrás de la cortina, cosa tan fea, ¡si la Trini se enterara, qué vergüenza!
Al lado izquierdo, mirando desde dentro, ha llegado un periodista de la farándula y la política, que viene a ser lo mismo, muy famosillo a nivel nacional, lo que detrás de la cordillera de Los Andes es casi nada, pero vamos, igual si lo nombras te da un halo de personaje público más interesante que ser doña Ale a secas.
Ellos en su casa son muy tranquilos, si hasta su niñita pequeña ni se siente, claro que habrá que esperar al verano para saber realmente, con tantas amistades, con la piscina al lado de mi jardín, y la barbacoa en su terraza esperando una carnes y un sol que de ánimos para hacerlas a las brasas.
Como si la izquierda y derecha no fueran suficientes, al frente también se han comenzado a cambiar hoy. Se trata de un médico y su señora, una matrona, más dos niños que jugaban al fútbol en el jardín. Extrañaré sus entrenamientos en el balonpié y los turnos del colegio, ¡y al abuelo! un ex coronel gruñón que los venía a ver y que sentía la necesidad de educarlos con mano militar, pero los chicos, que lo quieren mucho, se lo echaban rápidamente al bolsillo. Y su perrita, la Castaña.... cosa más tierna.... ¿cómo no van a dejar un vacío?
En serio, los vecinos son muy importantes. Uno se llega a habituar tanto que, si son personas normales, se los estima y cuando se van se siente una especie de orfandad, hasta que lleguen los próximos y comencemos de nuevo el ciclo de conocernos, soportarnos lo que no nos guste, cuidarnos unos a otros los bienes y las espaldas, y tratar de hacernos lo más buenos amigos posible. No es casualidad que te pongan al lado el que te ponen, digo yo.
16 comentarios:
Es muy cierto todo lo que dices. Hace algunos años se solía decir por mi tierra que un vecino es como un segundo hermano, llegaban antes que la propia familia ante una necesidad, vivíamos con las puertas abiertas, sabíamos cuando un vecino estaba ausente incluso nos lo hacíamos saber para que nos cuidaran la casa de extraños.
Hoy es completamente diferente por ponerte un ejemplo vivo en la misma finca desde hace 10 años, la conversación más larga ha sido sobre el tiempo y las mejoras del inmueble, estoy segura que con algunos me he cruzado y no sé si son vecinos o visitas de mis vecinos. No pienses que soy de una especie en extinción, es que aquí cada uno hace su vida y procuramos que esa vida sea individual, eso si... respetando las normas siempre.
(Gracias por las visitas Ale, aún no te dije que me gusta mucho el cambio realizado ¿o si?
Mira la imagen para "subir" he clicado en ella y da error 404)
Abrazos cálidos.
Te cuento, mis vecinos siempre han sido los mismo, más de veinte años, hasta que vendió el del lado derecho mirando desde la calle, uffsss ahora añoro mi vecinos antiguos, aunque tenia sus defectos como cualquier ser humano, los nuevos son de terror se forman unos pleitos que ni te cuento, los demás seguimos muy unidos
Saludos buen fin de semana
Gema, siempre es un gusto y un honor que vengas a verme a mi casita. Gracias por tus palabras. Revisaré de nuevo eso que mencionas.
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Alida: Cuando digo que "sapeo" a mis posibles vecinos, es por el temor que tengo de que llegue una persona conflictiva. A los demás, ya los conozco y nos hemos adaptado entre todos. Que pueda llegar alguien desagradable y mal vecino es de lo peor. Esperemos que no.
Un beso a ambas.
Ay los vecinos que te voy a decir yo de ellos, querida Ale. Cuando los tienes cerca son una molestia pero luego (casi) los echas de menos cuando se van jajajaa, Un beso!!
Hay vecinos que son como hermanos, yo vi partir en dos ocaciones vecinos que se mudaron y llore como una chiquilla.
M.
Ahora sos "Doña Ale, la vecina de..." ¡Qué nivel!
¡Un abrazo!
Hermana Jo, ¡qué gusto tenerla de paso por Santiago aunque sea en mi blog!
Si, pues, jeje, tener una estrella de la farándula al lado no la tiene cualquiera,ejem, sólo espero que se guarden sus intervenciones profesionales para usarlas de lejitos. Bromas aparte, son muy quitados de bulla, en serio, ¿por qué no? :D
Hace rato que no pasaba, me pongo al día, y me emociono de las cosas bonitas que escribes y me entristezco con la historia que te inspiró Nicolás y me doy cuenta de que he andado tan metida en mi mundito, perdí la cuenta de los días que no he leído las noticias ni visto la televisión.
Ay, me voy bien remecida.
Está muy lindo tu blog, es liiindo.
Pero eso ya te lo había dicho.
Un beso para ti Solo Ale
Ay los vecinos....cuando me fui de mi barrio estaba deseando ir a un sitio donde nadie me conociera, nadie me parara por la calle y me preguntara mi vida. Sin embargo ahora me gusta esa vida de barrio y la busco. Yo tengo una vecina arriba que es para tres guinos de Almodóvar ella sola.
Amigos queridos, tanto gusto el tenerlos por acá. Ya iré de a poco visitándolos, pues por ahora he estado en la ardua tarea de renovar mis blogs. Estoy contenta con eso y espero que cuando lo vean les guste :unsure: De ahí me lo cuentan con sinceridad, y ¡puede que no les haga caso! jeje
NOTA: muchas veces he ido a sus sitios de puntillas con mis otras identidades. ¿No ven que soy como Tanhäuser que es pentapolar en su último post?
Gracias por su amistad
!Hola Ale¡ ya funciona perfectamente el HOME.
Sigo de vacaciones, pero ya estoy de vuelta :)
Saludos y abrazos cálidos.
ALE
HE TRATADO DE DEJARTE MIS SALUDOS Y NO ENTIENDO PORQUE NO FUNCIONA LA ENTRADA.
ESTA ES LA 6TA. VEZ QUE LO INTENTO
TE ABRAZO EN CUALQUIER MOMENTO ME COMUNICO CONTIGO.
ESTOY COPUCHENTA POR SABER QUIENES SERAN TUS NUEVOS VECINOS
UN ABRAZO
MARTA AMELIA
los vecinos son muy importantes, claro que sí. Que tengas suerte.
Un abrazo
Qué pena ¿no? Pero bien mirado, es una ocasión de oro para hacer nuevos amigos... o nuevos enemigos, quién sabe, jejeje
Un abrazo doña Ale.
Oye, oye, Tan...lo de doña acá tiene una connotación de ..."veterana", ¡vieja! así es que no te rías, qu eya lo he hecho yo :X
En mi caso, he sido yo la que he me he mudado. No es que tuviera especial relación con mis vecinos pero sí que me doy cuenta de lo que se pierde. Ayer mi hermana y yo charlamos sentadas en un banco frente al portal y observabamos a quienes se acercaban con llaves en la mano ¿no serán ese nuestro vecino? Pero efectivamente, aún no conozco a quienes comparten edificio conmigo.
Un abrazote y gracias por las visitas!!
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