Hoy he puesto un corchete (grapa, le llama la RAE) para juntar un par de papeles de notas en que mi hijo menor organizaba un partido informal de fútbol con sus compañeros. Lo engrapé para guardar esas anotaciones que ya son parte del pasado aunque sea muy reciente. Con mucho cuidado lo alineé y ahí permanecerá.
Mientras Felipe va creciendo y madurando, el alambre --que hoy es verde-- se irá poniendo mohoso y marcando con su color café indeleble el papel que apresa, para no poder desmentir que el tiempo pasa inexorable y mi chiquito va hacia el futuro sin vuelta atrás, como los ríos.
Mientras Felipe va creciendo y madurando, el alambre --que hoy es verde-- se irá poniendo mohoso y marcando con su color café indeleble el papel que apresa, para no poder desmentir que el tiempo pasa inexorable y mi chiquito va hacia el futuro sin vuelta atrás, como los ríos.
7 comentarios:
Hay que disfrutar mucho de los niños, pasa rápido el tiempo. Algunas veces me gustaría pararlo.
¡Alemamá! ¡Conozco bien el Jucar! En verano voy a un pueblo de su ribera.
Este rio en su discurrir va formando hoces y horadando el terreno de manera que se forman cañones de 200 m en algunos sitios. Hay pueblos con las casas escavadas como cuevas en esos cortados. Es muy interesante
Le encantará leer sus notas de ahora después, cuando esté más próximo al mar.
Un beso
Fran, ni te imaginas lo que desearía conocer esos lugares. Las fotos de la colección de donde he tomado la que ilustra ésto es preciosa. No hay a cuál irse.
***
Botón: Por eso se los guardo a cada uno. Les tengo una especie de "dossier" con sus cosas de cuando vivías conmigo y es una verdadera máquina del tiempo abrirlos. ¡Cuántos recuerdos atrapados con corchetes u otros medios!
¿Es el menor y el último que te queda en casa?
Siempre paso, pero no comento.
Un abrazo!
Hola Jo: me quedan dos; la Tere y Felipe, el menor.
Gracias por pasar. Se ve que te sacan
el jugo en Montevideo.
Un abrazo gande
Que lindo lo dices, me gustó la comparación...Como los ríos, fluyendo, viviendo...
Besitos
Lo de que la vida es como un río es una figura recurrente. Es muy gráfica. ¿Quién puede impedir que el agua (el tiempo) se escurra y siga su viaje? el viaje termina en "la mar que es el morir", dijo Jorge Manrique. Lo tremendo es comprobar en algunos momentos de especial lucidez de que así es, y que a los hijos también les corre el reloj.
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