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martes, 10 de julio de 2007

Despistes por costumbre



Cuando una persona dice que ha comprendido las instrucciones o puntos de vista del que los está dando, hay que tener un cuidado muy grande, y no por engaños ni mala voluntad, sino , simplemente, porque con las mismas palabras estamos entendiendo cosas diferentes.

Contaré un ejemplo entre muchos:

Debíamos ir a Viña del Mar, a unas dos horas de viaje en bus, y, con mi esposo decidimos encontrarnos en el centro de Santiago, en la estación Universidad de Chile del Metro para llegar juntos a la terminal interprovincial.

Teníamos el tiempo justo y ningún temor, pues siempre hemos sido puntualísimos , pero entra esa subjetividad imponderable y sucedió que a la hora señalada, cuando los celulares eran privilegio de pocos para simplificarse la vida, mi amado no aparecía por ninguna parte, mientras yo ya era objeto de las preocupaciones de los guardias que pensarían que estaba por tirarme a las líneas del ferrocarril, y comenzaba desesperarme por perder el bus y no poder hacer los trámites que nos llevaban a la Ciudad Jardín como se la conoce también.

Pasaría una hora y media y decidí irme a los buses para ver si allí estuviera mi marido perdido, y al rato, cuando de la desesperación pasé a la ira, aparece indignado porque YO no estuve donde habíamos quedado. Para qué les cuento la de recriminaciones, hasta que llegó el minuto de cordura para pensar que si los dos estuvimos allí a la hora, algo debió pasar, y claro, mi cara mitad había tomado el trillo que hace cada día a la salida de su oficina ¡y esperaba en el andén hacia el oriente en vez del poniente donde debíamos ir!

Resumiendo: estuvimos frente a frente por un largo rato, pero al ser un andén con doble galería, por decirlo de algún modo, jamás nos vimos, con el resultado de partir al día siguiente a lo que quedó sin hacer en unas plataformas.



13 comentarios:

Xuravet dijo...

Yo soy muy puntual y cuidadoso cuando quedo de verme en un lugar en específico, nunca doy por sentado que lo que yo considero el punto exacto sea igual para la otra persona, por lo que siempre doy bastantes referencias para estar seguro de que me entendieron (lugar exacto en el andén, dirección, hora, etc.).
Cuando estoy esperando, que por lo regular me sucede por que la gente en mi país no suele serlo, me estoy preguntando si entendieron correctamente o no y están en otra parte;por lo que me doy algunas vueltas para ver si no habrán cometido algún error.

Saludos amiga.

pd. luego compartiré esas historias.

ojo humano dijo...

Después de múltiples desencuentros he optado por los planos, con los puntos cardinales bien identificados. Yo soy super despistada, aunque, como tú, puntual, lo que me acarrea más de un problema.
Saludos, todavía bbrrrrrrrrrrr

almena dijo...

Me pone muy nerviosa esperar mucho tiempo y no saber qué ha pasado. Empiezo a elucubrar... a dar vueltas a la cabeza... como tú en el metro.

:)

Un beso!

Anónimo dijo...

UFFF... Soy terrible para las instrucciones y siempre digo que entendí pero cuando debo ponerlas en práctica, me doy cuenta que comprendí o escuché la mitad... Mala costumbre!!!
Besitos para tí y tu familia...

Max dijo...

Soy puntual y detesto esperar. A los reincidentes les doy 5 m. de cortesía y me largo.
Después de más de una anécdota del tipo que cuentas, algunas divertidas y otras angustiosas, tengo por norma detallar todo lo posible el punto de encuentro, aunque parezca que no pueda haber error, NUNCA ES LO MISMO PARA DOS PERSONAS, el mínimo matiz en una palabra te pone a kilómetros de distancia - ;)
Saludos.

modes amestoy dijo...

algo parecido me pasó a mí, con dos esquinas diferentes de la misma calle.
Un abrazo
Al final, se perdona

AleMamá dijo...

Quizás como ejemplo del encabezamiento parezca que no tiene nada que ver, pero sí tiene por lo siguiente: ambos entendimos súper bien lo de encontrarnos a tal hora en la estación U de Chile, pero ninguno pensaba en el concepto que eso tenía para cada uno :blinck: y esto es una anecdotilla, pero cuando el problema se provoca a sabiendas en conceptos enormes como Democracia, Amor, Libertad, Familia, etc ( los pongo con mayúscula con intención) ¡es un TREMENDO PROBLEMAZO! que va minando la convivencia y creando una torre de Babel moderna. Hay muchos que lo saben, y premeditadamente lo hacen, para que bajo las más nobles palabras tengan un contenido que no es el original, ¡o simplemente vaciarlas de contenido por manoseo o lo que sea!

Churru dijo...

Son ese tipo de cosas que hoy te hacen sonreír pero en el momento... Yo me hubiera puesto de los nervios, me pongo fatal si pierdo un autobús o un tren.

muebleydecoracion.blogspot.cl dijo...

en mi negocio eso se llama aprender a escuchar, para dar satisfacción al cliente hay que saber escuchar indagar, Bendiciones.

alida dijo...

Ale, sabes un par de veces me ocurrió, a veces dice mi esposo que soy despistada, y él me da rabia pero se me pasa rápido, pero pienso mil cosas todo una tragedia
Creo que los dos necesitamos lentes jejeje yo soy miope y de lejos no veo nada
El café con leche de hoy quedo riquísimo

Santisiembra dijo...

Hola Ale, creo que todos hemos pasado por esa confusión de terminos y lugares, no me gusta llegar tarde y al igual que muchos aqui comentan primero el malestar de esperar, luego los pensamientos de angustias y finalmente el disgusto provocado por el retardo del otro, aveces esta situación arruina el paseo porque empezamos a discutir sobre la impuntualidad....

Tanhäuser dijo...

La próxima vez, ya sabes, el celular en la mano, jejeje.
Pero todo bien al final, ¿no?
Un abrazo

Anónimo dijo...

Tanhäuser: ¡Es que hace mucho de esta historia mínima! y aún eran escasos los celulares y yo además me demoré más en aceptar uno en mi bolso, así es que... hoy ya nadioe que los tenga se pierde.
Gracias por tu visita, Tan

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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