Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



martes, 14 de octubre de 2008

Adultos mayores descansando

¿Qué te sugiere esta pareja que estaba descansando en un mercado?



Ya escribí mi historia completando la escena. Te sugiero no leerla antes de inventar tu final, para no contaminarnos unos con otros. Me encantaría que me dejaras escrito tu epílogo en un comentario, para confrontarlos. ¡Somos tan diferentes todos! es un ejercicio interesante. Luego, busca mi "Historia Posible" acá*




18 comentarios:

Anónimo dijo...

(Antes de leer tu historia)

El señor de azul es un jubilado. Toda su vida estuvo trabajando duro, con poco tiempo para leer el periódico. Muchas veces en su vida se dijo "Ojalá llegue pronto la jubilación para ser un hombre libre". Llegó la jubilación, el primer mes hizo muchas cosas, el segundo menos, y el tercero ya no sabía qué hacer con su tiempo. Ahora pierde toda la mañana yendo al mercado Tirso de Molina, comprando el periódico y leyendo hasta los anuncios pequeñitos de compra venta.

El señor de negro es comercial de una empresa fabricante de papel. Toda su vida ha trabajado duro y se ha dicho "Ojalá a los 65 haya ahorrado lo suficiente y me pueda jubilar". Llegaron los 65, no tenía suficiente dinero, tuvo que seguir trabajando, yendo a ver a las papelerías. Esta mañana estaba cansado y se ha sentado 5 minutos en el banco. Está un poco triste, le gustaría poder leer el periódico como el señor de azul. Pero luego mira el cielo, da gracias a Dios por seguir teniendo fuerzas para trabajar, se levanta y sigue su camino, como en los últimos 40 años.

Anónimo dijo...

(Después de leer tu historia)

Plas plas plas plas, aplausos emocionados, de rodillas te pido que con más frecuencia escribas historias así, tan estupendas. ¿La escribiste de un tirón o la trabajaste mucho?

Me reí varias veces, pero en concreto con "en paz descanse, en paz me deje".

¿El de negro es la de negro? OH Entre que cada día veo peor y que vivo en el país de Zapatero, ya confundo todo. En la realidad ¿era verdaderamente una señora?

(Aparte: muchas gracias por la aclaración sobre los partidos chilenos. Para mí es un tema importante)

AleMamá dijo...

Fernando:
Está bueno tu cuento. Sí, la señora se ve algo ambigua en la foto. Es flaca y no se le ven formas. Gracias por tu aporte al juego. Ya vendrán más.
Sí, la escribí de un tirón, pero luego la pulo un poco. Algunas inconsistencias o cambios de nombres.
Teniendo un motivo, puedo inventar sobre la marcha un montón de cosas. "Doy jugo", dicen mis hijos, y alguno de ellos es como yo y lo pasamos muy bien.

Una de las cosas agradables de tus comentarios es que eres muy observador. Te fijas en los detalles como lo de la Plaza Tirso de Molina. Además recuerdas cosas como los nombres y circunstancias de entradas anteriores. Es un orgullo tener amigos blogueros así.

Un abrazo

Flo dijo...

Me encanta hacer esto, Alemamá.
A mí me parece que estos dos son compadres y se sentaron a hacer hora para encontrarse con otros amigos a conversar, jugar ajedrez o visitar a alguien.
Como los amigos no han llegado, uno de ellos se puso a sacar puzzles del diario mientras el otro se comía una fruta que compró en el mismo mercado.
No están conversando porque son vieeeejos amigos: entre ellos el silencio es de conocerse de años, de comodidad, de estar cada uno sumido en sus pensamientos pero en compañía agradable.
Ah, gracias por los comentarios en mi blog! En todo caso yo no me echaría baba de caracol ni nada parecido aunque estuviera como pasa de arrugá, jajaja!!!
Saludos

AleMamá dijo...

Jaja, Flo, sí es entretenido y cualquiera de Uds. podría proponernos otra foto con otros personajes y temas posibles. No es tan difícil ¿no?
Gracias por tu historia.

Ana dijo...

Para mí eran dos amigos, hasta leer los comentarios y darme cuenta que eran un hombre y una mujer.

Pero juraría que no se conocen. Él la tiene vista del mercado, y está locamente enamorado, aunque no se anima a decírselo. Y se hace el distraído leyendo, aunque lo único que quiere es estar cerquita un rato más!

AZUL dijo...

LLega un momento de nuestras vidas en el que terminamos abandonados en esta clase de bancas, solos, a pesar del ser que tienen a su lado...si no ponemos atención en cualquier momento damos oportunidad a que se nos vaya enfriando el corazón hasta volvernos asi...uno buscando las memorias de aquellos buenos instantes en el periódico y otro sonriendo viendo pasar la semejanza de su vida por las calles...

AleMamá dijo...

No han sido muchos los valientes para recoger el guante...Xuravet, te estoy esperando, jeje... pero los que lo han hecho me han hecho reír con sus historias. Es muy entretenido.

Gracias por pasar.

Fran dijo...

Parecen dos jubilados de los que han decidido dedicar su tiempo a la bolsa y los bancos.
O sea, a los bancos del paseo y la bolsa de pan.
Pero no, actualmente los jubilados necesitan satisfacerse con actividades algo más emocionantes, acostumbrados como estaban a una vida movida y acelerada. Así que decidieron ingresar en el cuerpo de inteligencia y se hicieron espías después de pasar con éxito una pruebas muy rigurosas (ellos estaban hechos a todo en su trabajo anterior) y su imagen inocente ha contribuido para ser aceptados aunque a su edad.
Así es que dentro de poco, como quien no quiere la cosa, la de negro colocará su bolsón al lado izquierdo, dejará pasar un tiempo mientras termina su tentempié y después se irá disimuladamente. Habrá dejado unos importantes documentos que recogerá el de azul como si fueran suyos de toda la vida.
Fin.

zocadiz dijo...

El se llama Ricardo. Ella Rosario.
Han compartido desde la fogosidad de la juventud hasta la melancolía de la vejez. Tienen más de 50 años juntos. Rosario ve su vida por delante, siempre con ánimo, observa lo que sucede a su alrededor, pendiente de lo que Ricardo quiera comentar del periódico para ella darle el punto de vista femenino.
Siempre han disfrutado de la lectura matutina de periódicos y de tomar café. Y ahora tienen un poco más de tiempo para hacerlo mejor.

Desire dijo...

Ana y Luis son un matrimonio de años, salen a pasear todos los dias. Luis le lee el periodico y ambos comentan juntos las noticias y rien de los chistes. Han pasado toda un avida juntos y disfrutan al maximo lo que queda de ella.

maria jesus dijo...

El del gorro es un jubilado con una mujer clueca, que ahora que se han ido los hijos de casa se dedica a cuidarle y no lo deja vivir; el, que ha sido inspector de abastos, va todos los dias al mercado a comprar porque los tenderos le conocen y saca mas partido a la pensión; a la salida se toma un cafetito bien cargado, tranquilamente sentado en un banco, a pesar de que tiene la tensión alta, pero es su venganza por las tisanas que le atiza su mujer.
El de azul tambien es jubilado y su mujer, para quitarselo de encima y que la deje cocinar y limpiar sin tener que oirle detras decir como se hacen las cosas mejor, le manda por el pan y el se compra el periodico y se sienta a leer los deportes en un banco, porque su hija ya habrá traído a los niños antes de irse a trabajar, que hoy no tienen colegio, y con ellos en casa no hay quien lea tranquilo.
Fin(la vida es así de prosaica)

AleMamá dijo...

Ay que son simpáticos Uds! he gozado cada una de las versiones y m ehe reído con ganas con la de Mª Jesús, con su historia "prosaica" de los viejos que es ¡tan real!

¿Quién más se anima? ¡cuenten su historia, señores!

almena dijo...

Dos sensaciones paralelas y opuestas. Uno, lee tranquilamente las noticias del día, mientras hace tiempo para volver a su casa a la hora de comer. Le esperan sus hijos, sus nietos, el calor de un hogar feliz...
El otro, la maleta sobre su regazo, lleva consigo todo su equipaje, toda su compañía, todo su hogar. Quizá lamenta haber abandonado el que ha sido el suyo hasta ahora pero... era tan difícil convivir con sus hijos... ¡no sabían entenderle!, todo eran reproches...

mmm np sé ¿algo así?
me voy a leer tu historia.

Besos mil, Alemamá

Anónimo dijo...

El señordel periódico es un jubilado, se llama Pedro, el de la gorra, un mendigo, se llama Juan.
Juan no está acostumbrado a que alguien se siente a su lado sin asco y sin temor, así que, se ve sorprendido, cuando un extraño se sienta a su lado.
Juan es un jubilado de 70 años, entre sus rituales está salir todos los días a darse un paseo y en el banco que más le convenga, sentarse a leer el periódico.

Juan estaba leyendo su periódico de todos los días, cuando de pronto, algo aparta su atención de éste...
- Perdone señor, ¿se ha dado cuenta que está al lado de un mendigo? - le dijo Pedro.
- No, me he dado cuenta que estoy sentado allado de un señor, como yo.
Pedro se quedó petrificado,
- Gracias caballero, ¿cómo se llama?
- Juan, me llamo Juan, ¿y usted?
- Pedro. ¿Sabe? Usted es la primera persona que se ha sentado a mi lado y no me ha mirado con cara de asco ni me ha faltado al respeto, desde que, por cosas de la vida, tuve que mendigar.

Juan y Pedro estuvieron charlando largas horas, contándose sus historias, vidas... Y desde ese día, todos los días a la misma hora, Juan y Pedro se sientan a charlar en ese banco del mercado.

Anónimo dijo...

Hummmm

Me parece que todos los demás blogamigos de Alemamá se dieron cuenta de que eran un señor y una señora; creo que sólo yo me equivoqué, viendo a dos señores.

Qué vergüenza.

AleMamá dijo...

No, Fernando, te equivocas. De los primeros en llegar varios pensaron como tú. Por lo demás la foto se presta para equívocos. No se nota de entrada que es mujer. Yo lo supe porque la tenía enfrente.
Un abrazo, me encanta tu amistad blogueril que se fija y participa.

j.a.varela dijo...

Yo estoy con Luisa. Creo que son de la CIA y la KGB (¿cómo se llamará ahora?) y están pasando información para ver como hacen para que Chávez se vaya a Cuba y no jorobe más al resto de los mortales.

Algo de mí

Mi foto
Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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