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sábado, 4 de octubre de 2008

¿Dónde se ha metido mi cartera?


Las carteras/bolsos no se meten en ninguna parte... dicen.... pues mágicas no son, ni tienen pies, ni voluntad... dicen.... pero, ¿cómo es que la mía nunca se queda quieta y jamás está en su sitio?

¡Dicen, pero no es cierto! porque experimentado tengo que son traviesas, vengativas, inoportunas, a veces invisibles, y no digan que no, pues se pierden cuando uno va saliendo apurada, y ahí está todo lo que necesitamos para sobrevivir el día después de un ataque nuclear masivo, porque díganme si no es indispensable andar con lápiz azul, rojo y otro de grafito para poder corregir errores.... ¿invisible mi "maletita de gasfiter" que llevo a cada lado que voy? sí, pues ha tocado que paso por encima de ella y no me he dado cuenta que se quedó dentro de la despensa, debajo del cartón grande de las cajas de leche que guardé hace un rato. ¿Cómo no recordé que ahí anoté el teléfono de la tía de la cuñada de mi amiga que va al Japón el mes entrante y que me va a traer una campanilla budista? invisible, y lo digo bajito porque siempre digo que son los hombres los que no encuentran nada por no pensar en forma ordenada.

Son traviesas, porque de su interior aparecen cosas que nos hacen sonrojar por asomarse en el momento y lugar más inadecuados y ante las personas que menos quisiéramos que lo vieran. ¿Un pañuelito semi sucio, arrugado y de apariencia cerda? pues delante del novio cuando deseaba consolarnos. ¿Una factura de un regalo más caro de lo que pensamos y que aparece delante del marido que nos pidió ORDEN en los gastos? ahí levanta su cabeza, la condenada cuenta.....

Vengativas, porque, fijo que si las cambiamos por otra, se nos queda algo importante dentro que ya no aprecerá hasta que nadie lo necesite porque ya sacamos pasaporte de nuevo... ayayayyyy

Y, claro, todo el problema de mi cartera se agrava porque mi amado esposo me la llena con sus cosas, ¡y pobre de mí si a ÉL se le ha quedado algo atrás y para más remate yo no sé dónde la puse o ella se escapó!

Este post lo estoy subiendo a falta del que tenía preparado desde anoche, cuando debí esperar por más de una hora en un estacionamiento, pero al irlo a buscar....adivinen....

A todas estas: ¿dónde se habrá metido mi cartera?


15 comentarios:

AleMamá dijo...

Un grupo musical de canciones infantiles llamado MAZAPÁN, y que con su música he criado a los menores de mi familia, tiene una canción que me caricaturiza muy bien. La letra dice así:

"La Fuga de la Cartera"

La cartera de nuevo se perdió
En el sofá no está
En la repisa no está
A donde está
La cartera
En el sofá no está
En la repisa no está
A donde está
La cartera de nuevo se perdió
La cartera no está
En el sofá no está
En la repisa no está
En el sofá no está
En la repisa no está
En el sofá no está
En la repisa no está
A donde diablos estará
La cartera ya no está

Flo dijo...

Ja jajajaja...te juro que te iba a transcribir la canción, que la oigo un poquito más seguido de lo que quisiera, es decir todos los días de Dios...
¿Campanitas tibetanas, en serio?

Ana dijo...

Son todo lo que vos decís, pero qué necesarias!

Anónimo dijo...

si es que ya no se puede fiar uno ni de la propia cartera!

abrazos

ojo humano dijo...

Para mí es peor, la llevo colgada de mi brazo y de pronto tengo la sensación que no está y me llega ese vaho de angustia. O la cartera se camufla muy bien o yo soy muy cabezona. O ambas.
Tal vez deberíamos haber nacido con una cartera marsupial. Solucionado ¿no?

AleMamá dijo...

jaja, Toyita, sí, la cartera marsupial...es un poco como el "banano" o la mochila, ¿no? las dos posibilidades me encantan, pues es mi hija la que le echa cosas a la mochila de su pololo/novio ahora y no como me pasa a mí que soy la "sherpa" de mi marido en cada excursión a la feria.

Benita Pérez-Pardo dijo...

JA,JA,JA...

A mi me paso a menudo y tengo que llamar al móvil que, con un poco de suerte, está dentro con batería y sonido!

Saludos

Irantzu dijo...

Las carteras me recuerdan a mi mamá, que tenía siempre unas gigantes y llenas... De repente decía "voy a ordenar mi cartera", y la vacíaba... y volvía a meter todas las cosas pero ordenadas (yo esperaba que la dejara un poco más vacía, pero no, jaja)...
Yo no uso ni nunca usaré, no es lo mío. Ando con mochila para todas partes. Muchas amigas usan carteras, carteritas, carteras-bolsos-chic... Y yo con mis mochilas, forever, amo las mochilas, me representan, en cambio las carteras como que no.
A propósito de mochilas, un día voy a escribir algo que me pasó...
Un saludo!
(El post anterior... sin palabras...)

Militos dijo...

Alemamá que alegría me das. Ya no soy la única. Y con el marido igualito, todo lo mete en la mía y luego se pone nervioso si tardo dos segundos en darle lo que me pide.
Un abrazo

j.a.varela dijo...

Cuentan de una señora a la que le dieron vuelta la cartera en el aeropuerto. Cuando le preguntaron si no se había enojado dijo que no, que por fin había encontrado una cantidad de cosas que hacía semanas que buscaba.

Anónimo dijo...

Querida Alemamá:

Veo un pequeño chaparrón en tu medidor de ánimo, por el morbo de la gente, buscando datos del niño muerto.

Míralo por el lado bueno: mucha de esa gente habrá leído tu reflexión sobre el aborto, en el mismo post, y les habrás hecho reflexionar. Si un 10% de la gente que ha entrado ha cambiado su opinión sobre el tema, ya has hecho una gran cosa.

Cuídate.

AleMamá dijo...

Juan Alberto Varela: me gustan tus comentarios en que siempre le agregas algo al post. Está buena tu anécdota pues es así. Los bolsos son verdaderos agujeros negros femeniles. Sorprendentes, pero emtretenido también...ah! ¡y muy útiles! ¿una aspirina? ¿un parche curita? ¿un cortauñas? ahí estarán.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Hola, Alemamá:
A mi madre le sucedía exactamente que a ti con la cartera pero a ella con las llaves de casa. Tanto le sucedía así que terminó haciendo unos versos en los que se reías un poco de sí misma. Aquí te los transcribo:

LAS LLAVES

¿Las llaves? ¡ah, si las llaves¡
Mis llaves de ama de casa…
¿Qué les pasa?
Parece ser que los duendes,
andan con ellas jugando.
Concretando:
Siempre las tengo perdidas
cuando más las necesito
¡Qué bonito!

Me las debo haber dejado
tal vez sobre la camilla…
No; en la silla.
Miraré en la biblioteca.
¿Dentro de mi costurero?
No; primero
estuve en el gabinete…
después en el comedor…
Si señor.
¡Ya se donde están mis llaves¡
¡En el trinchero de fijo…¡
¡Anda hijo¡
Tú que eres el más pequeño
y que corres como un galgo.
¡Sirve de algo¡.
¡A ver si las tiene Pedro…
A ver si las tiene Juan…¡
¡Dónde están¡
Esas llaves endiabladas
van a ser mi perdición.
Con razón
suele decir mi marido
entre irónico y piadoso
(¡qué gracioso¡)
si fuesen las del rey Moro,
a las puertas de Granada,
y sentada en su montura o escabel
aún estaría esperando
¡Isabel!

Un beso.

AleMamá dijo...

Terly: tu madre era una artista de las letras. Se expresa tan bien, con humor cuando corresponde y con sentimiento si lo amerita el tema.
Gracias por dármela a conocer :)

Un abrazo grande.

Peque dijo...

Toda la razón...!!!!!son muy traviesas......y no me acordaba de esa canción....con todo lo que me gustaba Mazapán..
Un abrazo
Peque

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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