Ha llegado para mí la estación de los abanicos, tanto por la latitud, como por mi edad.
Me producían mucha curiosidad cuando chica, y los hacía con papeles plegados para jugar, pero jamás eran como ese de la tía vieja, traído de-no-sé-donde, que de tan fino y exclusivo estaba prohibido tocar. Crecí, y pasaron a ser casi sinónimo de viejas --como mujeres bíblicas-- que se abanicaban y nos distraían donde quiera que estuviéramos.
Hoy, debo reconocer con hidalguía que son un invento genial para lugares o situaciones en que no contamos con aire acondicionado. Son bellos aunque sean muy sencillos; son ingeniosos, y pueden ser un regalo muy bienvenido para las damas como yo, jeje, o como un souvenir de destinos exóticos. Serán bienvenidos y admirados y me da la idea que no compromete a nada, salvo que sean francamente de materiales preciosos, como marfil, seda pintada por maestros del pincel, o antigüedades venerables, cosa más bien rara que suceda.
Mi hermano y mi cuñada me acaban de traer uno --que necesitaba con urgencia-- desde Indonesia. Las varillas son de madera negra, pero los "padrones" son de concheperla oscura, como mosaicos, muy lindos. El "paisaje" no es tal, sino que en este caso es una seda amarilla muy bonita y sencilla.
Hay toda una historia, una industria, una cultura, ¡y hasta un lenguaje! relacionado con los abanicos. El nombre de sus partes lo tomé de la web y su historia es controversial como toda genialidad que se ha inventado en varios lugares y perfeccionado por muchas generaciones de inventores anónimos
Me producían mucha curiosidad cuando chica, y los hacía con papeles plegados para jugar, pero jamás eran como ese de la tía vieja, traído de-no-sé-donde, que de tan fino y exclusivo estaba prohibido tocar. Crecí, y pasaron a ser casi sinónimo de viejas --como mujeres bíblicas-- que se abanicaban y nos distraían donde quiera que estuviéramos.
Hoy, debo reconocer con hidalguía que son un invento genial para lugares o situaciones en que no contamos con aire acondicionado. Son bellos aunque sean muy sencillos; son ingeniosos, y pueden ser un regalo muy bienvenido para las damas como yo, jeje, o como un souvenir de destinos exóticos. Serán bienvenidos y admirados y me da la idea que no compromete a nada, salvo que sean francamente de materiales preciosos, como marfil, seda pintada por maestros del pincel, o antigüedades venerables, cosa más bien rara que suceda.
Mi hermano y mi cuñada me acaban de traer uno --que necesitaba con urgencia-- desde Indonesia. Las varillas son de madera negra, pero los "padrones" son de concheperla oscura, como mosaicos, muy lindos. El "paisaje" no es tal, sino que en este caso es una seda amarilla muy bonita y sencilla.
Hay toda una historia, una industria, una cultura, ¡y hasta un lenguaje! relacionado con los abanicos. El nombre de sus partes lo tomé de la web y su historia es controversial como toda genialidad que se ha inventado en varios lugares y perfeccionado por muchas generaciones de inventores anónimos
12 comentarios:
Hola Alemamá, a mí me gustan mucho los abanicos, son muy útiles. En México acostumbramos festejar a una joven cuando cumple 15 años y en esa fiesta se acostumbra obsequiar a los invitados con un recuerdo. Hace poco fui a una y me regalaron un abanico y no sabes como lo agradecí.
saludos. Hilda
Aquí, ahora, los abanicos duermen en el fondo del cajón.
Me encantan los abanicos y suelo coleccionarlos, lo malo es que, con ellos sucede como con los guantes o los paraguas, te los olvidad los pierdes.
Besos muchos y Feliz Navidad para ti, los tuyos, e Irma
Besos
Su imagen es de antigualla inútil, pero debo reconocer que cuando llegan los calores del clima y de la edad, son una gran ayuda en el exterior o donde no haya aire acondicionado como son casi todas las casas de Chile que por clima no ameritan la inversión, pero sí la de estos ventiladores tradicionales.
Con mis mayores deseos de que pases tú y tu familia unas felices Navidades.
Un abrazo
VILLANCICO DE NAVIDAD
Terly
Fue un día veinticinco de Diciembre,
cuando nació el Niño Jesús en Belén,
¡Qué frío más grande el de aquella noche!
se helaron los charcos y el pozo también.
María y José cantaban al Niño
canciones más viejas que Matusalén
y los pastorcillos con gracia sonaban
zambombas, panderos y hasta la sartén.
Mientras la mula y el buey resoplaban
y daban calor al Rey en los pies,
los Magos le dieron valiosos regalos
de oro, incienso, mirra y dijeron, amén.
Una estrella brillaba en el cielo
que iluminaba toda Jerusalén,
¡anuncio de Dios que a todos traía
un mensaje de amor, de paz y de bien!...
Acá no se usan y me encantaría que se usen, porque además de bonitos son muy prácticos...
Ana: tanto como que "se usen"...no se usan, pero son TAN prácticos que para mis bochornos de la edad me vienen de pirinola, ¡y son preciosos!
Alemamá, me da risa hablar de abanicos cuando en España hace tanto frío. Espero que tu hijo, el que está estudiando aquí, te lleve uno bien bonito.
En España, como supongo que en Chile, el abanico es algo totalmente femenino, salvo en la región de Andalucía, la más calurosa, en el sur. Allí, en verano, hay muchos hombres muy serios que los usan, unos preciosos, pequeños, sin dibujos, tan serios como sus dueños.
Qué curioso el lenguaje del abanico, qué tiempos...
Recuerdo también ahora un libro sobre ellos ¿has leído "El abanico de seda"?
Un beso, Alemama
y FELIZ NAVIDAD
Hola Ale, a mi me gustan los abanicos, me parecen muy coquetos y femeninos y creo que es cierto que a son muy necesarios en esos lugares donde no se siente que se respire aire, como el metro.
Me gustó tu escrito.
Saludos.
Por aquí, precisamente no es tiempo de abanico, pero me encantan. Tengo una pequeña colección de mi madre y los conservo con mucho cariño. Besos.
Deseos "botoniles" de Amor y Paz para ti.
Que decir de los abanicos............me gustan...trabajo en y con ellos.......y los uso.........pasa a conocerme y veras un gran surtido....no hay ninguno repetido.
Saludos
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