Tomé esta foto "de por ahí". No sé de donde será, pero en todas partes lucen parecido. |
Venimos llegando de una escapada a "los chinos" de la Estación Central, donde con mi marido nos vamos a surtir de ingredientes orientales que son una verdadera lotería, pues hemos descubierto maravillosas salsas, verduras encurtidas, dulces exóticos, y varios utensilios -generalmente sobredimensionados para un hogar en que de 7 integrantes vamos quedando sólo 3 fijos- pero también hemos comprado algunas cosas que se ven deliciosas pero que son tan picantes, que uno queda chamuscado como el Correcaminos cuando explota por las trampas del Coyote.
Comenzó una tienda y ya va la cuadra completa, llena de este tipo de negocios en que uno no sabe si realmente compiten entre ellos o sólo se potencian, pero es bueno que cuando uno va para allá sepa que va a encontrar lo que busca, y yo sé que de todos modos voy a llegar con mucho más de lo que salí a comprar. ¡Me encanta ir allí!
Esta salida me hizo recordar un post de Susana en el que habla de la competencia con otro tipo de negocios que van quebrando por la manera de trabajar que ellos tienen. Le comenté básicamente lo siguiente:
Tienen razón en lo de que cuando los chinos emigran se conectan entre ellos en una especie de economía paralela donde consiguen préstamos -a tasas altísimas con sus paisanos- pero que les conviene porque de otro modo no tendrían capital muchas veces. Como son austeros y trabajadores gastan poco y muy pronto pueden contratar a otras personas, por bajos salarios por lo general, tal como ellos los perciben en su país. Es todo un tema en todo el mundo occidental esto de los chinos, porque ellos no llegan pidiendo trabajo (no hablan el idioma, de entrada) pero, paradójicamente, pronto terminan dando trabajo, por más mal pagado que sea.
Aparte de eso, es notable como muy rápido se saben todas las triquiñuelas legales para sacar permisos, iniciar actividades y mucho más en una maraña burocrática en países de habla extraña para ellos. No sé si admirarlos o detestarlos, pero que son una invasión pasiva donde quiera que lleguen, creo que lo son y con tanto dinero van tomando posesión de los recursos naturales. Hay que tomar resguardos y tener cuidado; son una potencia arrolladora y el eje del mundo está cambiando.
Como ven, en masa les temo, de a uno, los amo, y tengo mi chino propio, en mi propia cama desde hace 41 años y doy fe que son una buena alianza las virtudes chinas en un estilo occidental.
21 comentarios:
Amen!
a mi tampoco me caen muy bien en bloque, pero de a uno...
De a uno, y sobre todo UNOS especiales que tengo por ahí, son para amarlos con todo mi ser.
Te quiero, chinita.
Es posible que hayamos transitado los mismos chinos entre Libertad y Sotomayor que es donde compro los más ricos sabores.
Ya que nos han invadido, tomemos lo mejor. Como dice la canción "y verás como quieren en Chile al amigo cuando es forastero". Ojalá sea una realidad. Los extranjeros siempre están en una cierta desventaja, aunque aprendan a vivir entre nosotros.
Un abrazo.
(Me encanta la salsa teriyaki)
¡Hola Ale!
Te había visto comentando en algunos blogs, pero ahora entro en este tuyo que esta genial.
La verdad no conozco chinos, pero si tienen muchas estrategias para avanzar en la economía propia.
Muchos saludos DTB!!
Oye, Toyita, pero la salsa teriyaki debe ser japonesa. Creo que no la conozco, pero me tinca.
He tenido en mi vida una estrecha relación con la colonia china. De hecho estuve muy cerquita de casarme con uno.
Todo depende de qué paises y cincunstancias sean.
En españa se nota mucho que son gente que los trae la mafia a trabajar en los negocios.
Luego es cierto que cuando pasan años, los ves que van independizándose, pero aquí se nota mucho lo que te digo.
Sin embargo el chino de segunda generación es totalmente distinto. Tiene todo lo bueno del oriental y todo lo bueno del local.
Besazo y felicidades por tu chinito.
Ale mamá, espero no pertenecer al grupo de los que temes.... lo digo por mi 50% chino.
No he ido nunca a ese sector a comprar, pero si lo recomiendas, creo que haré el intento.
Cariños a todos
Cecilia
Hola, Ale, te diré.
Como personas, les admiro profundamente por su tesón, son trabajadores incansables y tienen una forma de entender la vida que, aunque
no la comparta, respeto igualmente.
Como comerciantes y empresarios, también les temo profundamente, porque se van adueñando sigilosamente del terreno comercial de alrededor y lo que es peor de todo esto es que las ganancias que consiguen, creo que vuelven a su país de origen, poco invierten en el lugar que les ha dado la oportunidad de establecerse.
Por lo demás, absolutamente nada en contra, de verdad, les admiro.
Un beso.
Yo no tengo un chino tan próximo como tú, pero me pasa lo mismo: en bloque los temo (se están adueñando, no de España, sino del mundo), pero uno a uno, no.
Aquí, en España, es tal y como te dice Dolega un poco más arriba y además una competencia (contra la que no se puede competir) al comercio tradicional.
Cecilia Córdova, bienvenida.
¡Qué gusto tener un comentario tuyo en mi blog! Me encantaría si vinieras más seguido y dejaras tus huellas en mi sitio.
Cariños
María del Rayo: no tienes blog para visitarte, pero gracias por venir. Eres bienvenida.
Me permito copiar un comentario que Tere Escamilla ha dejado en mi Facebook sobre este post:
" Cuando viví en Montreal, lo viví en carne propia. Son admirables para unirse, apoyarse, trabajar duro. Pero con los demás eran un poco groseros e indiferentes. Yo tengo sentimientos encontrados respecto a los chinos, porque viví las dos caras de la moneda en mi experiencia con ellos.
Pero reflexionando un poco más ¿con quién NO se vive esas dos caras? ¿Quien o quienes son perfectos como individuos o como colectivos?"
Ya te decía que a mí personalmente me caen bien, como dicen, uno a uno. Lo que no me gusta es su efecto global. Son como abejas de una inmensa colmena. Un beso.
Aqui en mi barrio, entre bares, tiendas chinas,y adopción de niñas, a veces no se muy bien donde estoy,si en España o China.
Más que de grupos, creo que se puede hablar de personas y ahí si todo depende de cada persona por separado.
Ale, me asustaste, lo que pasa es que se ven en la la información del perfil de google+, pero si tengo blogs. Estos son los enlaces.
Disculpa que haya borrado un comentario, pero no tenía bien los enlaces.
http://quierosuicidarme.blogspot.com.es
http://mariadelrayoavalos.blogspot.mx
http://mariadelrayo.blogspot.mx
http://www.facebook.com/delrayomaria
http://www.facebook.com/quierosuicidarme
Gracias!!
SL2!!
DTB!!
Ale, eso de la teriyaki no sé de qué parte es pero que es rica, es rica. A veces la preparo en casa con salsa de soya y azúcar de alguna receta que saqué de la web.
Esta semana voy a conocer el Mall Chino. También me hice adicta al jengibre.
Por aquí, barcelona, estan cerrando tiendas de toda la vida (colmados papelerias, bares) y tiendas más nuevas de mayor dimensión, textiles que tenían 7 u 8 tiendas en la ciudad.
Lo curioso es que estas cierran y al poco abren allí mismo, cuando no es directamente un traspaso, negocios regentados por chinos. A veces en locales grandes es calles importantes
Sorprende esa capacidad que tienen de tirar hacia adelante, lo que los de aquí no podemos.
Sorprende. Y cuando ves que no es uno solo el q tiene éxito, sino muchos , un poquito asusta.
Si en vez de asustarse, habría que aprender y felicitarlos , eso no lo sé.
En Madrid los chinos han venido por dos caminos, Alemamá. Por un lado, a trabajar duro, abriendo pequeñas tiendas o restaurantes, trabajando los 7 días de la semana desde el alba hasta el ocaso: la otra noche fui a comprar cerillas a uno y la señora me atendía mientras tomaba su arroz con palillos.
Por otro, muchas niñas han sido adoptadas por matrimonios que no podían tener hijos: así, la vida es mejor para ellos y también para la niña, que si no estaría pasando hambre en un orfanato.
Una de mis mejores amigas es china, así que comprenderás que me caigan bien. En la calle están como dispersos, hay un "barrio chino" donde se compran cosas de ellos pero no siento que tomen la ciudad ni nada.
Aunque han aparecido datos policiales d ela presencia de las mafias chinas en Perú, pero me va a pasar como a casi todos "de uno en uno están muy bien".
Ya se sabe, la gente al final es solo gente.
Sostengo que a las personas hay que juzgarlas por lo que son, más allá de su origen de nacionalidad, religión o raza.
Abomino de los que generalizan hablando en términos descalificatorios de "los chilenos","los peruanos", "los bolivianos", ·los chinos","los coreanos","los argentinos", "los árabes", "los judíos", "los católicos", o "los evangélicos".
En todos esos grupos hay buenos, malos,genios, imbéciles,sabios, ignorantes, bien intencionados y canallas.Es que todos pertenecemos a la especie humana, qué le vamos a hacer.
Un beso.
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