En casa tenemos un buen plan de salud. A la edad de mi marido -ya pensionado y vuelto a contratar- es una excepción muy poco frecuente. Además del seguro corriente que cada persona que trabaja debe tener en Chile tenemos un seguro complementario que nos paga una buena parte de lo que el primer seguro no cubre, pero hay que llenar papeles y presentarlos dentro de un plazo en la aseguradora, y he ahí el problema, porque mi amado cónyuge se complica mucho. Con su mentalidad de que "los-papeles-mandan" los saca del sitio que les tengo asignado a todo lo que es salud para guardarlos en recónditos escondites para no olvidarlos, pero claro, es fijo que los olvida -porque es un hiperquinético, distraído sin remisión- y me los pide a mí jurando que jamás los vio ni los tuvo en su mano, ni na'de na', haciéndome saltar y revolverlo todo para encontrarlos donde es imposible que estén. ¡Ay!
Hoy ha sucedido de nuevo, y me hace urgirme, porque no tiene los comprobantes, los plazos se vencen y van a cobrar el cheque en garantía por 10 veces lo que nos saldrá por el seguro, etc, y luego del mal rato me llama para decir que los tenía, tal como le dije, en su oficina.
Es tan bueno el hombre, tan reiterados sus defectos, y tan previsible mi reacción de espanto porque se perdieron los papeeeeeeleeeesssss una vez más. Por suerte en 41 años de convivencia ya no nos enojamos por más de 5 minutos. Claro, requiere práctica. No siempre ha sido así.
16 comentarios:
¡¡¡¡Que razón tienes amigaaaa!!!!
Ya no nos enojamos por más de cinco minutos para que no se nos junte con la siguiente jajajajaja
Son realmnete terribles. A mi me pasa continuamente con el Consorte. Además te jura y perjura que él no los cogió. "Se los perdieron" a él siempre le pierden todo...:)
Jajajaja, Dolega, al mío "le roban" bastante seguido, jejeje, pero qué buenos son, ¿verdad?
Estos trámites suelen ser una pesadilla. El usuario tiene plazos indefectibles que cumplir, y si se atrasa... ¡ZAS! no hay opción a reclamar. En cambio las entidades pueden tomarse todo el tiempo que buenamente se les ocurra y antoje.
Como decimos acá: ¡qué tal raza!
Yo tambien ando en trámites porque queremos arreglar los papeles de una propiedad...my God, en buena hora (o mala, no sé), puro papaleo, como dicen los chicos hoy "papel picado", qué hacerle, asumir, no queda otro camino, vieras lo salteadores que son los de propiedades, una hoja de papel $18.000, sin apelaciones. Con eso dan puras ganas de vender la propiedad, comprar monedas de oro como los piratas bue...ellos las robaban, pero eran bien prácticos, oye y enterrarlas debajo de la casa, no sé, o donarlas...o en fin...no hay nada tan seguro.
Parece que los papeles son lo real, puro cuento...
Besos
Creo que esta enfermedad de los papeles nos pasa a todos los humanos. Encuentras todos menos el que te hace falta, aunque los dejes siempre en el mismo sitio.Estoy totalmente de acuerdo contigo, menos mal que se nos pasa enseguida el enfado. ¿ Pero que seriamos sin ellos? Mejor dicho que seria de ellos sin nosotras, jajajaja.
En mi casa soy yo la que pierde todo. Por suerte se cumple lo de los cinco minutos. Un beso.
Jejejeje, el amor y el tiempo todo lo vencen, Alemamá.
¿Sabías que el modelo de seguros y de pensiones de Chile se pone en España como un ejemplo a seguir? Ahora, que la Seguridad Social tiene problemas de liquidez, muchos comentaristas dicen "si tuviéramos un seguro privado obligatorio, como en Chile...".
Uups! AleMamá, esto que comentas es muy parecido a lo que pasa en casa de mis padres, que llevan 57 años de casados, gracias a Dios.
La verdad es que disfruté mucho leyendo el post. Saludos Santiagueños.
yo también pierdo todo, qué desastre...
Muy bueno. Genial.
Y son cosas que no cambian ¿verdad?
Por suerte algunas sí, como los enojos que duran cada vez menos ¿no?
Yo tardo un montón en encontrar las cosas y después, al final, las encuentro en el primer lugar donde busqué. Gracias a Dios, como me conozco, no caigo en la tentación de pensar que lo robaron.
Un abrazo.
Que no se diga nunca que es un matrimonio "que pierde los papeles", querida AleMamá, ja, ja.
Los hombres (algunos, muchos) necesitamos a buenas compañeras que nos organicen los papeles. Lo teméis que comprender, nuestra forma de entender "el orden" es diferente y cuando se mezcla con el vuestro, sale el caos y todo se hunde. Pero el nuestro es “más fotográfico” ¿no?, más útil para las grandes cosas ¿no?, bueno vale, que nos tenéis que entender, que para eso os apreciamos.
Juas, juas, juas Ale. ¿Tu marido y mi marido son familia? Qué previsibles en general, son los hombres.
Menos mal que una ya sabe lo que sabe, que el saber es un grado...
Yo, porque tiendo a ser como tu marido y escondo las cosas para no perderlas, cada vez me parezco más a ti y pongo cada cosa en su sitio, más que nada por no volverme loca :)
Hola Ale:
Lo que cuentan pudo perfectamente haber pasado en mi hogar, con idéntico "triunfo" de la dueña de casa. Menos mal que Dios no solamente creó a Adán.
Un beso.
FE DE ERRATAS:
Quise decir "lo que cuentas".
Ale, vengo de Argentina a saludarte desde el blog de Gabriela. La historia que cuentas es similar a la mía, además parece que tenemos la misma edad y un marido que guarda las cosas¡tan bien! que cuando no las encuentra me pregunta dónde las puse yo...jejeej!
Te invito a que conozcas mis 2 blogs
Cariños desde Mar del Plata
Publicar un comentario