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viernes, 12 de abril de 2013

Recuerdo de mi abuela no creyente


Pequeño mantel (12x20 cms. aprox) hecho por ella para el altarcito en honor de su hija Graciela (Chelita)
Mi abuela paterna no era creyente en Dios; era una persona respetuosa, educada como para no hacer del tópico algo conflictivo;  indiferente hasta cierto punto y -como dirían hoy- para ella "no era tema".

La "indiferencia" en temas religiosos creo que no existe, pues necesariamente debes tomar partido, y el que ella tomó fue el no educar en la práctica de la religión católica heredada de su mamá, Estela, porque su padre era anglicano, tampoco practicante.

Vivió como si Dios no existiera pero en clave valórica cristiana (salvo algunos temas para mi muy sensibles)  que es la atmósfera en que se movía la sociedad de sus tiempos, y si tuvo una devoción casi religiosa fue por la memoria de su hija Graciela, Chelita, como la llamaban, que tuvo el trágico final que he contado acá*. A mi tía le tenía un altarcito con su retrato, donde le ponía flores y lo cuidaba con esmero. Era pequeño y lo he recordado porque heredé ese mantel con el que he ilustrado esta entrada el que me ha traído el recuerdo de ese mueblecito-esquinero que la acompañó hasta el final de su vida. 

Mi abuela sufrió mucho con la prematura muerte de su hija mayor a los 20 años de vida, y pienso cuanto la hubiera ayudado el tener fe en Dios que por algún motivo permite esas cosas. En fin, ya es historia pasada.



14 comentarios:

AleMamá dijo...

La blonda que adorna la tela la hizo ella con ganchillo/crochet

Gabriela dijo...

Tal vez la fe en Dios puede ayudar en algo cuando se trata de la muerte de un hijo, pero creo que se trata de un dolor tan enorme que ninguna fe puede reconfortar. Te lo digo porque lo veo todos los días en casa con mi mamá.

nube nimbus dijo...

Fíjate que es raro porque normalmente estamos acostumbrados que la fe nos es transmitida por nuestros mayores, ¿verdad? su padre era anglicano y ¿su mama? Es triste lo que pasó a su hija, es tremendo...Un abrazo!

ojo humano dijo...

Tal vez su fe era distinta, prueba de ello es que hizo un altar. Qué dolor más tremendo debe ser ese. Yo creo que Dios no la ha pasado por alto.
(Te había echado de menos, claro, ahora con el Juanito me imagino no hay tiempo para otras cosas, te esperamos solo en honor a él.)
Un abrazo.

AleMamá dijo...

Su mamá era católica pero s e murió de post parto cuando mi abuela era de once años.

Miriam dijo...

Impresiona como ese mantelito lleva entre sus hilos una historia tan triste
Y como la transmite y la recuerda a las siguientes generaciones, y ahora , a traves de internet, incluso hace llegar la historia a paises lejanos

AleMamá dijo...

Gabriela, tengo muy presente la pérdida de tu hermano, aunque creo que uno no sabe lo que es ese dolor, puede al menos vislumbrarlo al pensar en los hijos o hermanos que amamos.

Cariños

AleMamá dijo...

Nimbus Nim: bienvenido.

eligelavida dijo...

Es una historia triste, pero sólo Dios sabe lo que hay en el alma de cada ser humano. Descanse en paz!

Es curioso cómo determinados objetos nos traen estos recuerdos de seres queridos... Un beso!

Fernando dijo...

Seguro que fue una buena persona, Alemamá, que ayudó a su familia y a gente que lo necesitara. Dios se lo tendría en cuenta.

Esto me ha hecho ver la gran diferencia entre España y Chile, pues tu país, por ser la gente de procedencia y religiones diversas, debía ser más abierto que en España.

Unknown dijo...


Yo creo que nadie es ateo por completo, conozco personas que no reconocen ser creyentes porque su prepotencia se lo impide y sin embargo, cuando algo en la vida les sale mal, se les puede oír implorando y rogando al Dios que niegan.

Supongo que en algo debía creer tu abuela cuando poner un altarcito a su hija, la hacía sentirse mejor.

Besos, Ale.

dolega dijo...

Perder un hijo, creo que es de las cosas que te pueden marcar para siempre.
Coincido contigo, en que le fé ayuda mucho en estas circunstancias.
Tengo una buena amiga que perdió a su único hijo con 23 años y su falta de fe, hace que sea mucho más duro sobrellevar la desgracia.
Besazo

esteban lob dijo...

Hola Ale:

Pienso como Gabriela, más arriba.
La muerte de un hijo debe ser en muchos aspectos insuperable, independiente de si se cree o no en un ser superior.

Abrazo.

Daniela V. dijo...

Aunque si dices que es historia pasada,tu psot es de reflexionar,yo soy creyente y te doy la razòn cuando expresas que hubiese sido diferente si tu abuela hubiese creido en Dios ,las cosas ,en èste caso la muerte de su hija,la habrìa aceptado de un modo distinto.Un abrazo.

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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