Imagen de Vincent van Gogh
Mi familia es de agricultores, como he contado en alguna parte, y a fines de los años veinte, los gitanos aún se movilizaban en los clásicos carromatos, como la ilustración del genial Vincent que adjunto acá.
Debe haber sido verano o sus finales, cuando por aquellos caminos rurales apareció la caravana de gitanos en su eterno peregrinar causando la curiosidad que su paso produce.
Mi abuela no era aficionada a estar "parada en la puerta, hijita", pero ese día estaba despidiendo a una persona y vió detenerse los carros con sus caballos a dos metros de la entrada de su hogar, bajando una mujer de edad mediana con una joven evidentemente embarazada. Los vehículos avanzaron un poco más y la vieja puso unos plumones en el suelo, y la joven se recostó dando rápidamente a luz a una niña que fue bañada en el canal que corre hasta hoy al lado del camino, con sus frías aguas en cualquier época del año, cual espartanos del fin del mundo.
La chica se repuso pronto del esfuerzo y el dolor, envolvieron la criatura en unos paños, caminaron lentamente hacia la locomoción que las aguardaba, y siguieron su camino con el nuevo miembro de la tribu.
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Esta historia pequeña pertenece a nuestras tradiciones familiares y lo cuento acá para preservarla del olvido pues es muy bonita. Estos hechos sólo los han visto pocas personas para contarlos. Me fué narrada por mi madre Irma.
3 comentarios:
Preciosa anécdota.
sí, preciosa. Dónde ocurrió esto? en qué región del mundo?
oye y felicitaciones -de todo corazión, sinceramente y con mucho agradecimiento- por tu primer aniversario!
Todo esto en el paralelo 35`50 sur longitud 71`50 Weste, es decir, en Chile, cerca de Talca :)
Saludos, Marta y Hormiguita laboriosa.
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