Ninguna idea edificante me ronda más cuando viajo --siempre en económica-- que los veinte kilos que pueden atiborrar una maleta. Debo dejar tantas cosas inútiles por lo general, o de dudosa utilización al menos, por la desconsiderada báscula que indica con una luz especial en el intelecto, lo descabellado de los tesoros que se van juntando mientras estoy fuera de casa; decir "de viaje" es inexacto pues estoy en casa de mi hija y por eso los "cachureos" de acá no son precisamente una postal extra. Son recuerdos, cosas del día a día que es lo que me encanta, y mucho honor al consumismo, no lo puedo negar al ver lo que se junta en mi pieza.
Me matan los catálogos gordos, bien presentados --evidente, nos quieren vender lo que sea-- con tantas ideas aprovechables, de las que nunca se supo cuando; con la ropa que viene, y claro, estaríamos arreglados con estos abrigos maravillosos en medio de los 33 grados que tenemos de día allá, porque han de saber que siempre lo de acá --en mi tercermundista hemisferio-- es lo que viene, lo que se llevará, la novedad del 2008 en este caso, pero mi hija menor, que viaja conmigo, me ha aclarado el concepto al encontrar todo ´bonito, pero más que visto en Chile´...ay, ya ni las Europas se escapan de la globalización, ayayay..... es que en verdad, hace mucho, pero muuuucho tiempo que no puedo regalar nada verdaderamente original y exclusivo que no sea un Rolex con brillantes en los punteros que no tengo la menor intención --aunque pudiera-- de comprar, pues además esta vez hemos estado en Zürich, la patria del dinero, en la que sin embargo nos tratan de vender las vaquitas y los cencerros del tiempo de Heidi. Parece que nadie está contento con lo que tiene, aunque sea un banco suizo.
Estas dehilachadas ideas, escritas temprano, con horarios cambiados, valgan para que sepan de mis andanzas y de lo que siente una de las visitas a estos países que me encantan, pero que, de no tratarse de una catástrofe mundial, no tengo el menor interés de hacer de este continente mi hogar. Me reconozco en muchas cosas, pero en otras no, definitivamente no, y ese es mi drama, y de muchos como yo, ser y no ser --a la vez-- de América y de Europa. En todo caso, con sabiduría, esa que pido cada día a Dios, podemos unir lo mejor de los dos mundos. Ojalá a mi me resulte...un poco....
Me matan los catálogos gordos, bien presentados --evidente, nos quieren vender lo que sea-- con tantas ideas aprovechables, de las que nunca se supo cuando; con la ropa que viene, y claro, estaríamos arreglados con estos abrigos maravillosos en medio de los 33 grados que tenemos de día allá, porque han de saber que siempre lo de acá --en mi tercermundista hemisferio-- es lo que viene, lo que se llevará, la novedad del 2008 en este caso, pero mi hija menor, que viaja conmigo, me ha aclarado el concepto al encontrar todo ´bonito, pero más que visto en Chile´...ay, ya ni las Europas se escapan de la globalización, ayayay..... es que en verdad, hace mucho, pero muuuucho tiempo que no puedo regalar nada verdaderamente original y exclusivo que no sea un Rolex con brillantes en los punteros que no tengo la menor intención --aunque pudiera-- de comprar, pues además esta vez hemos estado en Zürich, la patria del dinero, en la que sin embargo nos tratan de vender las vaquitas y los cencerros del tiempo de Heidi. Parece que nadie está contento con lo que tiene, aunque sea un banco suizo.
Estas dehilachadas ideas, escritas temprano, con horarios cambiados, valgan para que sepan de mis andanzas y de lo que siente una de las visitas a estos países que me encantan, pero que, de no tratarse de una catástrofe mundial, no tengo el menor interés de hacer de este continente mi hogar. Me reconozco en muchas cosas, pero en otras no, definitivamente no, y ese es mi drama, y de muchos como yo, ser y no ser --a la vez-- de América y de Europa. En todo caso, con sabiduría, esa que pido cada día a Dios, podemos unir lo mejor de los dos mundos. Ojalá a mi me resulte...un poco....
10 comentarios:
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bueno que lo deduscas por ti misma, así no te queda el gusanito de que acaso las cosas sean diferentes... ya sólo tienes la tarea de asimilarlo... que no dudo que lo harás de sabia manera...
Saludos...
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Gracias, sí, uno se mejora de estos males de puro ver lo que deberá empacar, y es de sabios ir conservando sólo lo importante, como en la vida.
Feliz 2008, Guillermo.
Esa es la idea, querida Alemamá, reunir lo mejor de cada mundo
:)
que disfrutes muchísimo con tu hija.
Un beso!
A mi me gustaría que no fueran dos mundos.......pero no he viajado para comprobarlo. Mientras tanto tengo lazos de amor invisibles pero intensos con amigos de Santiago, Buenos Aires, Caracas, Lima, Cozumel, Bogotá. Los siento en el mismo mundo que yo, o yo en el suyo, o será el mismo. En todo caso donde uno deja el sombrero, está el hogar.
Wow, siento algo parecido a ti: que soy un poco de los dos mundos. Me acomada tanto el orden alemán, reciclar las basuras, esperar el semáforo, las vías para bicicletas, etc... pero me gustaría todo eso acá, porque Alemania es una casa muy linda, pero no es mi hogar. Podría serlo eso sí, porque me adapto fácil, y el "hogar" aparece cuando hay más familia, amigos...
Y sobre las maletas... una ofensa al turista poder llevar solo 20 kilos!!!!! Odio eso! Es una odisea lograr que las maletas pesen 20 kilos! ¿Tú lo has logrado exactamente? Yo siempre me paso un poquito...
Alemamá podria identificarme perfectamente con tu último párrafo...es verdad lo ideal seria "unir lo mejor de los dos mundos" sería una odisea pero no imposible. Quizás sea nuestra misión aprender de aquel a perfeccionar lo nuestro y llevarle aquello que no tiene o que parece haber perdido ...ese calor humano tan latinoamericano, tan nuestro, tan apreciado por otro lado por algunos allá. Deja que compartan tu corazón y tu calidez.
Recuerdo que la primera vez que estuve en Zurich hasta llegó a molestarme tanta perección ;) cosa que ya no me molestó la 2da vez, pero quedé petrificada ante una vidriera que exhibia relojes por arriba de los 40.000 FR Suizos. Un abrazo. Ljudmila
Es que no hay mejor lugar que la casa de uno, Alemamá.
Salir, mirar, conocer, disfrutar, y volver al idioma cotidiano.
Un fuerte abrazo (F)
¡Qué agradable es que estés de vuelta!
Buen aÑo!
"No soy de aquí, ni soy de allá"...me suena, je, aunque tú pareces más de acá;=) por la cercanía que aun tenemos como ventaja comparativa con respecto al primer mundo.
Un abrazo, chica, y disfruta tu estadía
La mercadotecnia,... y el consumismo, tienen como objetivo crearnos necesidades.
Hugo Alonso Roque Fabela
Lic. en Comunicación
Le pido a Dios que te conceda la sabiduría necesaria para discernir lo mejor de la vida.
Hugo Alonso Roque Fabela
Sacerdote Católico
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