"Mujer sentada" de Pedro Fausto
Llegó a la fiesta con su ropita de supermercado. ¿Qué irán a pensar cuando se den cuenta? Se sentó en un rincón. Disimuló una hilacha inoportuna observándolo todo, preocupada.
Jamás debió estarlo, los que vestían de marca no la consideraron demasiado, sólo unos saludos de serie, sin corazón ni aversión. La indiferencia era abundante.
Se serenó, miró para otro lado porque, al fin de cuentas, en ese ambiente estirado, ella era la única auténtica, y nadie llevaba su tenida. Era, verdaderamente, exclusiva.
12 comentarios:
Ser auténtico en este mundo de locos de hoy en día es complicados...pero yo lo valoro por encima de todo. Un beso Ale
¿A quién no le ha pasado alguna vez por algún motivo? La autenticidad es lo que cuenta a pesar de los pesares ¿no?
Un fuerte abrazo
Hola, Alemamá, no sé si el texto es un hecho real o inventado, pero refleja bien lo que nos ha pasado a todos alguna vez. A mí un amigo me invitó una vez a una reunión en su empresa, para enseñar el nuevo local, fui de jersey y al llegar vi con horror que todos los demás iban de traje, me sentí muy mal. En casos así es importante no olvidar lo que tú dices, que uno es importante por uno mismo, no por su traje o por su dinero.
Aclaración: es una "historia posible", de esas que invento cada tanto. No es autobiográfica, pero a todos nos ha pasado , creo, el sentirse desmedrados.
También compro algunas cosas en los súper. Tienen cada vez mejores ideas.
Gracias por la alusión a propósito de los super. Todos tenemos buenas ideas, lo difícil es encontrarlas en los super.
Lo importante es la sencillez y el buen gusto.
Todos somos como las olas del mar, distintos y por tanto auténticos.
Solo pasa que algunas veces unos se quieren parecer a otros.
Saludos!
Qué simpático.
Ciertamente es que tenemos unos conceptos superficiales y equivocados.
Un beso
Luisa
y qué tiene de malo la ropa de supermercado!!!
uno de mis vestidos más elegantes le costó a una amiga (que me lo compró pensando en que me gustaría) 5 marcos (dije marcos, no euros) en un supermercado discounter :)
todo el mundo lo admira en las fiestas (es inglés, y muy lindo...) yo cuento abiertamente que me costó 5 euros ;)
La percha es lo que cuenta ;) la sonrisa y la seguridad propia :)
después de leer los comentarios, sólo puedo decir: mejor underdressed que overdressed, ser overdressed sí que es ser ORDINARIA/O ;)
Viste a la Ena von Baer cuando se dió a conocer el gabinete! Bieeeeen! eso es auntenticidad, buen gusto y austeridad!
y si subes la foto a tu blog?
Muchos saludos!
Marta, qué bueno que hayas leído los comentarios porque sí compro ropa ahí, en el Líder principalmente.
La relación precio-calidad es buena, pero jamás he tenido la suerte de encontrar por dos lucas un vestido precioso, ni menos inglés....a lo más acá será chino.
En general me gustaron las tenidas (con polleras, ¿te fijaste?) de todas las ministras de Piñera cuando asumieron sus cargos
Saludos
Entre muchos diseños exclusivos, que en realidad se parecen tanto, el más exclusivo resulta ser el más sencillo.
Eso es lo que nos ha pasado en la actualidad: queremos tanto ser diferentes, que no nos damos cuenta que nos volvemos todos iguales y al final resulta que aquellos -como el ejemplo de tu entrada- que se sienten los más sencillos, son los que verdaderamente se distinguen por su exclusividad, originalidad, autenticidad.
Muy hermoso escrito del que se extrae una clara interpretación, se reconoció auténtica, singular, una y para ello no necesitó ropa de marca ni extraños y caros adornos.
Un abrazo.
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