Todas las cosas tienen un final y mi larga estadía en Alemania también. Espero regresar pronto pues, aunque no viviría acá por gusto, sí se me va haciendo cada vez más familiar y dejar la familia siempre es un desgarro. No es la excepción ahora.
Me he puesto la chaqueta, un panuelo de colores al cuello, la cámara en los bolsillos y el celular e identificación en un bolso y he salido a dar vueltas para llenarme los ojos con este lindo otono mientras el vientecito movía las hojas y mi panuelo volaba. Era muy rico ese aire algo frío.
En mis paseos no podía faltar una visita al cementerio, esta vez fue al nuevo de Ludwigsburg, abajo de la colina, y caminé por senderos al azar mirando con atención las lápidas que hablan tanto de la historia de cualquier lugar y vaya que hay historias que contar ahí, si los muertos hablaran, como estas tumbas que dejaré acá:
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Este matrimonio enterrado en esta tumba perdió dos hijos "en el Este", es decir algo así como la Rusia y sus satélites de esa horrible época. DOS hijos perdidos: Helmut y Gerhard .... Dios santo qué tristeza. |
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Dona Clara Frohmüller quedó viuda temprano, a los 42 anos. Su marido murió a los 50 y casi con seguridad luchó en la Primera Guerra Mundial de 1914. Edad tenía para ello. Su hijo Fritz desapareció a los 25 anos casi al final de la Segunda Gran Guerra. Dona Clara debió prguntarse por 33 eternos anos qué habrá sido de ese hijo. Yo también me lo pregunto.
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Para terminar con algo más lindo, Qué les parece esta cuidada tumba? Pienso que representa una menorah, ese candelabro judío. Está hecha de un modo tan artístico que no pude dejar de mostrarla. Se me olvidó el nombre del homenajeado. Lo siento.
Quizás no se aprecie bien, pero donde se acumulan las hojas secas son cortes en la lápida, cada vez más arriba y hacia atrás, hasta dar este resultado precioso. |
16 comentarios:
¡Que razón tienes, amiga!
No hay como un cementerio para imaginar historias.
La tumba judía es una hermosura.
Besazo y feliz regreso
Gracias, querida Dolega.
LLegarás a un octubre caluroso, ya casi verano, rosas por todas partes.
Que ángeles guarden tu viaje y llegues con muchos recuerdos felices.
No hay prisa, aquí te esperamos, Santiago en plena campaña, tú sabes eso, la política siempre tan colorida.
Un abrazo.
Ciertamente, los cementerios tienen un encanto indescriptible.
Gaby, hay personas que detestan los cementeros; a mi me ponen en la perspectiva correcta. Besos
Ay! Toyita. El calor que a ti te encanta a mi me disuelve; me derrito y me hago sopa.
Carinos
Lo de Alemania fue tan trágico que no sé cómo tuvieron fuerzas para salir adelante. Un beso.
En este cementerio se ve bien la dramática historia reciente de Alemania. Hay que dar gracias a Dios por que ahora sea un país "normal", con una convivencia pacífica con sus vecinos, en que la gente se muere por causas normales, no por bombardeos o por estar en el frente.
Precioso post, Alemamá.
Claro, Fernando. Lo mas impactante es ver tumbas de tanto joven y ninos muertos al final de la guerra. Las he visto tambien en este cementerio. No murieron x causaz naturales pues recuerdo un par de sepulturas de hermanitos muertos el mismo dia de esos anos de locura. Muy triste asunto. Para no olvidarlo.
Por Dios, Ale.
Confirman esas muertes violentas lo desgraciado que fue el mundo con dos amos de países de raíces antagónicas, que provocaron millones de muertes.
Ambos solamente unidos por sus bigotes siniestros.
sí... ellos mismos se metieron en la guerra que tanto les gustaba y arrasaron además, con judíos, gitanos, eslavos (considerados seres inferiores), comunistas, social demócratas, etc., etc.
Y así y todo, hay gente que los defiende y justifica... Revisamos nuestra lista de amigos de los blogs, puede haber gente que tenga una actitud algo indecisa...
Oh! Qué alegría que hayas viajado a Alemania! Recuerdo los cementerios, tan distintos a los de acá... más de una vez fui a sacar fotos y maravillarme. También me fijaba en las lápidas, nombres, fechas, e imaginaba la vida y muerte de esas personas...
Hola Ale (de nuevo):
Volví para contarte que cumplo con tu pedido, en un post en mi blog que acabo de publicar.
Abrazo.
Querido Esteban: muy honrada con tu mención a mi persona te agradezco que me complacieras con la historia (harto resumida, eso sí) de tu familia.
Como sabes acabo de regresar a mi casa y nuestro común país pues eres tanto o más chileno que cualquiera que haya nacido por estos pagos.
Yo conozco Ulm (ciudad natal de tu paisano Einstein) y he visto al otro lado del Danubio tu ciudad natal, según cuentas.
¡Qué tiempos tan locos! qué cosas debieron pasar tus viejos contigo tan niño, y eso que salieron bien parados al poder huir con lo puesto hasta esta tierra tan lejana como desconocida con seguridad para ellos. Fue locura contra personas como Uds. y contra los alemanes "de pura cepa" (en el concepto reinante)que cayeron igual ante la demencia que reinaba, como los casos que he puesto en mi sitio en varias oportunidades. Caro lo ha pagado el pueblo alemán, y lo siguen pagando hasta el día de hoy, tanto en dinero como en sentir que la soberbia fanática de entonces los persigue hoy salpicándolos con la sospecha de racismo y otras cosas indeseables.
Qué duro debe haber sido para tus padres dejarte atrás cuando ellos regresaron a Alemania, pero por otro lado te dejaron en un país bastante acogedor y que has hecho tuyo.
Bueno, ahora, deberás contarnos cómo fue ese reporteo de los JJ.OO de Munich, donde mataron a la delegación de Israel los fanáticos rojos y que renovaron la memoria de los horrores que todos deseábamos que jamás sucedieran y poder perdonar, porque no es malo recordar esas cosas para que no se repitan.
Un abrazo grande. Realmente te aprecio.
Marta: bienvenida de nuevo. Gracias por tu comentario.
Tu vives allá y los conoces. Eres bastante crítica con ellos y yo pienso que ha habido y habrá de todo.
El pueblo alemán sufre hasta hoy un complejo por su soberbia pasada y yo pienso que se ha abusado también con las nuevas generaciones que no tuvieron que ver con ese conflicto, pero las naciones las formamos todos y así se escribe la Historia. Así como se hereda lo bueno, lo malo hay que asumirlo y enmendarlo.
Saludos
Iranzu, gracias por seguir pasando de vez en cuando por las veredas y callejas de AleMamá.
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